27.8.03

Porque en realidad de lo que se trata. . . no sé de qué se trata. "Rambling thoughts on display?" Qué obsceno.

"Tengo mejores cosas que hacer con mi tiempo" quise decirle entre líneas a Carlos cuando pensaba en la posibilidad de "bloggear"

Preferiría perder el tiempo viendo e-porn y masturbándome frente a la imagen de una chamaquita de doce que parece de dieciocho y que todavía ve al fotógrafo cuando éste le pide que abra más las piernas.

Pero no soy tan triste, no tengo granos en la cara y, mucho más importante, no tengo quince años y hormonas saliéndome de los poros.

Debe haber una justificación rimbombante, excepcional y trascendente que justifique mis visitas a este blog.

Pero luego recuerdo: "el cien por ciento de las veces que una persona inicia su blog, encontramos en los primeros textos una justificación a por qué lo hace"

Que patético.

Mejor le dejamos ahí y comienzo como cualquier otro día. . .
Veré si puedo hacerlo.

Digo que no creo en estas cosas. En realidad no es cuestión de creer, sino de impulso, de una obsesión por purgarse a expensas del tiempo dedicado al trabajo. Sentarse en el cubículo que tienes por oficina y rascar las teclas mientras te dices a ti mismo "Qué más da".

No es cuestión de creer. No se trata de creer en un espacio como el blog. ¿Creer qué?

Se trata, en mi caso, posiblemente, de tener un archivo adicional a los varios archivos donde escribo.