27.8.05

Debo admitirlo. . .digo, la cita es de Giorgio Armani. . .amigos. . .GORGIO ARMANI!!!!
yo por qué hago esto? no sé. . .buena cita. es porque me compete. en fin:

Experiment now, because as you grow older, you’ll become more set in style, and things will maybe become a bit less fun.

23.8.05

El último cigarro en la cajetilla; las sábanas transparentes, los amigos distantes, el deseo lleno de breves muertes y mudanzas. A lo lejos la mirada del tendero, despidiéndose poco a poco de la vida, igual que las nubes. Nadie sufre lo suficiente, pero todo mundo pretende hacerlo. Hablas del mañana y siempre es una marea de incertidumbres. Sólo tocas fondo cuando tiemblas y te abrazas a la almohada y piensas en comprar una nueva cajetilla de cigarros al siguiente día. En los supermercados se puede percibir el olor de las reses fragmentadas mezclándose con el pan recién salido del horno. Muy de vez en cuando el ladrido de un perro o el sonido de la escoba de la vecina, la de la mirada encabronada de tanta soledad.

19.8.05


"Eli the Barrow Boy"
Eli, the barrowboy, you're the old town
Sells coal and marigolds and he cries out all down the day
Below the tamarac she is crying
Corn cobs and candlewax for the buying, all down the day
Would I could afford to buy my love a fine robe
Made of gold and silk arabian thread
She is dead and gone and lying in a pine grove
And I must push my barrow all the day
And I must push my barrow all the day
Eli, the barrowboy, when they found him
Dressed all in corduroy, he had drowned in the river down the way
They laid his body down in a churchyard
But still when the moon is out, with his pushcart, he calls down the day
Would I could afford to buy my love a fine gown
Made of gold and silk arabian thread
But I am dead and gone and lying in a church ground
But still I push my barrow all the day
Still I push my barrow all the day
Me cae bien. Me cae mal. Considero a sus libros un afortunado ejercicio en emular "In Cold Blood" pasado por dos que tres malas lecturas de los escritores gringos ochen-noventeros (Coupland, Easton Ellis) y con esa obsesión adolescente que tiene con "Catcher in the rye" un estudiante gringo de primer semestre en creative writing.
Alberto Fuguet. No niego que a veces se avienta "puntadas" curiosas:
Todos los escritores están tratando de vender algo: unos buscan dinero, otros plataforma para una estética o una causa, unos egolatría, otros tratar que sus padres los quieran. Algunos, incluso, quieren vender emociones. O historias. Dudas. Momentos. Epifanías. Y para eso hay varias formas de hacerlo. Todas- supongo- legítimas aunque algunas, a mi modesto parecer, son un tanto chillonas, de mal gusto, atosigantes y, para usar la palabra del día, kitsch.

18.8.05

Todo es desde los monstruos, siempre desde los monstruos. A veces huyen, a veces simplemente cantan la can ci ón esa que Vicente Fernández nunca aprendió, pero siempre siempre hablan desde el olvido y el niño que clama por la teta de la madre.
pero siempre regresan, también, oh, esos monstruos llamados monstruos. regresan y se presentan a la puerta de tu casa como buenos vendedores de enciclopedias o po r lo mmmmmmenos, como. . .vendedores de siglos. . .

15.8.05

Okey, sentimentalus interruptus. . .
En estos momentos, a las casi dos de la mañana en la ciudad de Santiago, Chile, descubrí que todo este tiempo he estado en serios problemas.
Veámoslo de esta manera: cualquiera que sea la condición de quienes vivimos en la frontera entre México y Estados Unidos (fíjense en las rupturas, hace menos de dieciocho meses no tendría necesidad de referirme a la frontera de manera tan "clara"), lo que no podemos negar es que el proceso de osmosis lingüística es inescapable.
Hace un par de días un amigo me preguntó algo interesante: "¿No se vuelven locos pensando en dos idiomas?"
¿Acaso nos hemos vuelto locos?
No sabría decirlo. Lo único que pienso en estos momentos, es primero en el horizonte de percepciones que podrían en algún momento leer el presente texto (esto es, nadie fuera de mi horizonte de percepción originario), y segundo en el horizonte de percepciones al que he estado enfrentado todo este tiempo. Estoy residiendo en un país completamente ajeno a la realidad que me formó desde la primera vez que vi un cerco que divide a dos países.
De hecho, he tenido que explicarles a mis amigos en Chile: "entiendan, LITERALMENTE hay un cerco, una muralla, una suerte de contención visible entre un pais y otro. Ahí, en esa zona de contacto es donde vivimos los de la frontera"
No pueden lidiar con esa realidad. O piensan que somos prácticamente gringos, o piensan que somos simplemente chilangos.
Puedo ser muy determinista y decir que las identidades son proporcionales a la distancia que se tiene con respecto a su zona de acción, pero no, pienso que es un poco más complicado. Porque de todas maneras, hay "cierta" percepción de lo que se vive, pervive y sobrevive en mi entorno (ése entorno alejado que por lo pronto estoy comenzando a percibir con la misma extrañeza con la que lo hace alguien que vive, pues, en la punta del continente). Para poder explicar exactamente de dónde "vengo", invariablemente tengo que decir la frase "cerca de Tijuana" (bueno, esto por lo menos apoya mi tesis de que Tijuana precede a la frontera, en más niveles de los que podamos soportar, incluídos los tijuanos). E invariablemente, puede identificarse un horizonte de percepción donde todo se rige por clichés y lugares comunes.
Sin embargo, esto es lo curada: ¿Existe acaso un cliché con respecto a los chilenos?
Bueno, se dice que es el "país de los poetas", pero me he percatado que eso se percibe porque en Chile, por lo menos en Santiago, el poeta es identificado incluso como un rol aspiracional.
Ya que no existen clichés "específicos" con respecto al lugar que en estos momentos habito, lo único que queda es el enfrentamiento con el lenguaje.
No sé si eso sea bueno. Quizá lo sea. Pero esto es lo que ha sucedido:
Últimamente he estado escribiendo crónicas híbridas para la página del antro donde acostumbro arruinar mi hígado. Hace un par de horas, estaba pensando sobre cuál sería mi próxima contribución. Y curiosamente, desde que he comenzado a escibir estos textos, he tenido que enfrentarme al hecho de escibir desde un español "neutro", que no asuma posiciones identitarias de cualquiera de los sitios que conozco lingüísticamente, si se le puede llamar de este modo.
Fue incluso una de las primeras experiencias que tuve con gente que leyó mi novela: "Hay palabras que no entiendo, ¿qué es un cholo, por ejemplo?" "De pronto me encuentro con palabras que no sé qué significan"; incluso, llegaron a preguntarme qué significaba el "claqueteo" de unos zapatos. Claro, se trata de una palabra onomatopéyica, quizás.
El caso es que. . .en términos de mi manejo del lenguaje, no sé lo que va a pasar.
Puede resultar interesante comenzar a mezclar expresiones, pero. . .no sé. . .eso pertenece más a un ámbito del idioma inglés que al idioma español.
Qué fome.
sabes muy bien que estoy pensando en Ti cuando escucho esta canción:
Sebadoh Think (Let Tomorrow Bee)
Could I hold on, or should I hold on to you?
Ask, I'll tell the truth;
there's nothing I should hide
And if I move too slow, if you're bored I need to know
I'm weak to hide inside, to force what I don't feel
If all we have is a question,
there's no hope to find a future
But something in me cries for you
It feels too real this time
I think I love you, though I don't know what love means
Girl of my dreams, or a friend that one day leaves
Could I trust this when I've lied to myself before?
Will I do it all again to taste what I've imagined we could be?
Look what I've become;
this pressure that we feel
In a world of possibilities, this may not prove real
But could we give enough, backed against a wall?
Too close to breathe, but too far to fall
All I ever wanted was to feel you closer to me
And it's sad to feel this resistance
What once before had felt so free
Let tomorrow bee
I can't be so impatient
Pushing every answer, when there isn't any question
Let me feel good now
And though this may have to end,
I hope I'm always with you
Honestly your friend
I think I love you

14.8.05

. . .No obstante. . .sigo pensando en esa plegaria que dice la canción de Broken Social Scene:

Park that car/drop that phone/sleep on the floor/dream about me
Sigo sin entender por qué la insistencia. No sucederá nada. Nunca sucede nada, ni sucederá. Todo sigue irremediablemente, paródicamente igual.
¿Filosofía barata? ¿será acaso lo que nunca fue no será?
Boy, who needs to get the fuck out of here. . .
Literalmente traspaso un post que encontré en el blog de una Andrea Palet, periodista chilena (decir "soy periodista" en Chile, por cierto, es declarar un sinnúmero de actividades, muchas de las cuales distan mucho del oficio periodístico. Es como decir "estudié derecho" en México), donde se habla sobre el oficio de la crítica.
La crítica salobre
“Basura sentimental (…) Muéstrenme una sola página que contenga una idea.” Eso dijo un crítico ruso al publicarse Anna Karenina. Y Lope de Vega no fue suave con el manco de Lepanto: “De poetas, no digo: buen siglo es éste. Muchos en ciernes para el año que viene pero ninguno hay tan malo como Cervantes, ni tan necio que alabe a don Quijote”. Un editor, opino que con bastante delicadeza, rechazó En busca del tiempo perdido, de Proust, diciéndole en una carta: “Mi querido amigo, quizá debo estar muerto del cuello hacia arriba, pero por más que me devano los sesos no acierto a ver por qué alguien necesita treinta páginas para describir cuántas vueltas se da en la cama antes de dormir”.
Aristófanes gozaba parodiando a Eurípides, a quien creía “un antólogo de tópicos (…) inventor de granujas de cartón”. A Balzac, ese precursor de la loca carrera por la fama, le hallaron en su día “poca imaginación en la ficción, al crear los personajes y la trama, y al describir la pasión”. Bueno, hasta puede ser un piropo para aquel obrero de la novela realista, pero lo que mueve a risa es la osada predicción que sigue: “El lugar de H. de Balzac en la literatura francesa nunca será importante ni encumbrado”.
“Terminé Ulises y me parece un fracaso (…) El libro es difuso. Es salobre. Pretencioso. Vulgar, no solo en el sentido común sino también en el literario”, escribió Virginia Woolf acerca del celebérrimo proyectil de James Joyce. Y a propósito de autores poco dados a la sencillez, un vespertino de 1936 comentó que en Absalón, Absalón, de Faulkner, “desde la primera hasta la última página nos damos cuenta de que el autor se está esforzando por ser original. Sus párrafos son tan largos y tan enmarañados que resulta difícil recordar quién está hablando, o el tema con el que empezaba el párrafo”.
¿Demuestran estas grandes caídas que la crítica no sirve para nada? No necesariamente, aunque queda claro que hasta los más eruditos son esclavos de los gustos de su época, cuando no de los celos y el orgullo. Voltaire se quejaba en una de sus Cartas filosóficas de que el tiempo, “el único que fragua la reputación de los hombres”, volvió respetables los defectos de Shakespeare, cuyo Hamlet es “una obra bárbara y vulgar que no hubiese sido tolerada por el más salvaje populacho de Francia o Italia”. Y Alone, que huía como de la peste del apelativo de crítico literario siendo que lo merecía, admite que en su medio siglo dedicado a la labor “nunca he descubierto un punto sólido”, y que los principios literarios, las leyes de la belleza y los cánones del gusto son “cosas inventadas por los retóricos para que las enseñen los pedantes y las crean los cándidos”.
Lo que me gusta de estos estrepitosos errores de juicio es que se enunciaron con toda claridad, con adjetivos inequívocos, sin los meandros y academicismos incomprensibles con que tan a menudo nos tortura la crítica “seria” de hoy. Porque, como dice el editor de la recopilación de disparates de donde extraje los ejemplos, hay gloria en atreverse a fallar. Para terminar, y solo porque es divertido, cito algo que por supuesto no es crítica sino simple pelambre, que de eso también hay en la literatura, y toneladas. Sobre Jane Austen diría la mucho menos exitosa Mary Russell Mitford: “Mamá dice que era la más bonita, tonta, afectada mariposa cazamaridos que recuerda haber visto nunca”.

12.8.05

Okey. . .unas palabras sobre la banda que engalana la parte posterior de este mensaje:
1. escucharlos es como si estuvieras espiando el juego secreto de un grupo de niños
2. la voz de la mujer es sexy y familiar al mismo tiempo, como una vieja amante envuelta en las sábanas que te regaló tu mamá
3. la lluvia de cuerdas, la reiteración de los mensajes. . .es un orgasmo extendido, o un buen cono de nieve de limón en pleno invierno
4. es como si la historia de la música se basara exclusivamente en la canción de teenage riot de sonic youth
5. lloras, ríes, le mentas la madre a la vida, y luego simplemente te quedas callado y contemplativo
6. es música que literalmente te acarrea, te lleva de la mano a un jardín secreto
7. música para después del fin del mundo, y para el nuevo comienzo que nunca llega
8. si pudiera redefinirse el sentido de las guerras, esto es, si anuláramos de la guerra la muerte inútil, la imposición de la fuerza bruta, obtendríamos una suerte de utopía en constante movimiento, donde todos abrazan la sensación de guerra, mas no el de la tragedia siempre incierta e injusta; las imágenes del infortunio, la pérdida de vidas, sólo sería una emoción, mas no una realidad. Todo estaría en la conciencia, esto es, sólo se "pensaría" en el sentimiento de pérdida, pero este nunca se reproduciría en la vida real. La música de Broken Social Scene sería el soundtrack de ese mundo lejano, irreal pero a la vez palpable.

It's a cruel world/ And it's time
Broken Social Scene

10.8.05

Hay un problema fundamental que ocurre con aquellos líderes o agrupaciones sociales que buscan enfrentarse radicalmente a las autoridades, al tiempo que vociferan su postura ante los ojos pululantes de los medios: el problema del full disclosure.
¿A qué me refiero con esto? Se trata de una posición o actitud frente a los demás, que se autoexige la sinceridad y la claridad de los hechos y las declaraciones. Se supondría ser la manera más coherente de actuar, para cualquier grupo que busca romper con el hilo histórico del sistema, pero no lo es. Es una postura difícil de sostener. Porque curiosamente, resalta más la necesidad de poner en disputa, de criticar, de "no creer" lo que se está planteando.
Legalmente, el término full disclosure se utiliza, por ejemplo, cuando las agencias de bienes raíces se ven obligadas a explicitar cualquier detalle o imperfección en las casas o edificios que tengan en oferta. Asismismo, se utiliza en cualquier contrato donde se comprometa alguna de las partes en caso de que no posea ciertos datos o bases del mismo.
Cuando nos enfrentamos a una situación en la cual debería existir dicha declaración completa y genuina de intenciones --ya sea desde una posible relación romántica, desde una explicación clara y honesta sobre el estado de las cosas a un niño, hasta las declaraciones de alguna figura pública o política-- inmediatamente pasamos por el escrutinio de la audiencia, persona o medio que reciba nuestras declaraciones.
Quien no pretende el full disclosure es simplemente pasado por alto como otra persona que "está mintiendo". Bush jamás ha prometido poner las cosas en claro. Maneja un discurso plagado de declaraciones y "catchphrases" emitidos desde la perspectiva de un mundo que lo escucha. Muchos sabemos que miente con los dientes. Quienes pensamos eso, pensamos que no puede haber una sola persona en el mundo que le crea.
Pero estamos dispuestos a aceptar su falta de claridad, la nebulosidad de sus declaraciones están enmarcadas por el discurso histórico de la política, aquella de la cual siempre se ha sospechado.
¿Qué ocurre cuando alguien pretende ser claro, preciso, desea ventilar cualquier duda, es abierto a todas las opiniones, y enfatiza su verdad no con el peso de la fuerza o la imposición, sino con el único y solo recurso del peso de sus palabras?

9.8.05

. . . en otro lado, desde hace tiempo. Ese otro lado tiene su beat propio, un beat medio taquicárdico, medio disléxico; su manera de relacionarse con el mundo es siempre a partir de la lejanía, y es por eso que prefieren verse el ombligo todo el tiempo.

Estoy comenzando un serio periodo de backlash contra los chilenos. Estoy comenzando a detestarlos. Lejos están los sentimientos de empatía hacia ellos, la comprensión de su circunstancia, que los apresuró para salir de la dictadura sin enmendar por lo menos un poquito el pasado (oigan, por favor, ¿te deshaces del demonio pero lo dejas viviendo en tu casa? C'mon!) y correr por las vías rápidas de la modernización a ultranza.

Eso puede verse en la pinta de los conductores, en las conversaciones con gente que ansía practicar su peor inglés cuando te creen gringo, en los renombramientos de los productos, en su búsqueda por colocar sus propias importaciones en un mercado que no tiene la más mínima noción de lo sutil y grotesco que pueden ser los elementos de la cultura popular chilena. Sí, podrán vender grandes cantidades de riquísimo vino pero, ¿con las botellas se está importando una identidad? I don't think so. ¿Le importa al mundo qué significa chukrut, cómo preparan las empanadas o cómo se tocan o bailan las cuecas?
¿En algún momento me interesó a mí, más allá de producirme una risita incómoda?

5.8.05

Sí. Tijuana tendrá posesión del lenguaje, incluso de sus ritmos más prototípicos, los vericuetos que uno es capaz de representar por medio de la forma narrativa. Lo posee en virtud de las tensiones temporales y espaciales que sobreviven en la ciudad y su gente. Tiene la capacidad de fijar la multiplicidad de voces que proliferan alrededor de una producción comunicativa actual.
No obstante, es Mexicali la ciudad que tiene posesión de los personajes. Ahí se encuentran todos, desplazados, y la geografía --ancha, plana, extendida, como un mega chip de luces que puede apreciarse desde la distancia-- nos permite ver con mayor claridad la condición humana a principios del siglo XXI. No serán personajes mediáticos, lo acepto, pero, debido a su carencia de protagonismos ruidosos --no hay personajes microhistóricos, sumidas sus imágenes en el imaginario informativo-- tienen la posibilidad de ser más universales. Precisamente porque no tienen rostro, ni camiseta ideológica, ni uniforme prototípico, pueden construirse de manera más paradigmática. Pueden hablar sobre el mundo en general, no desde la prisa de los tiempos, que exige identificarlos en el ámbito público, sino desde la meditación de la eterna problemática existencial.
Siempre se hallan sorprendidos entre la inadvertencia de los eventos, y reaccionan no de maneras brillantes ni necesariamente ingeniosas (lo cual hace a veces que sea difícil construirles una voz retórica tradicional) sino de maneras desnudas: son lo que son, están asumidos en una condición social determinada (un poeta vago en los bares del centro de la ciudad, una deportista luchona, un narco que busca subir la misteriosa escala jerárquica, un policía cuyas investigaciones se pierden ante la preeminencia de otras notas rojas más "llamativas") y el absurdo puede revelarse en ellos con mayor nitidez.
(Sí, suena a provocación o a angustioso "grito desesperado". Pero el tiempo me dará la razón, cualquiera que ésta sea)