8.11.05

En fin. En un par de días estoy de vuelta en México, después de casi dos años en Santiago de Chile. Si fuera un escritor famoso, un científico reconocido, una celebridad refugiada por una temporada en algún descampado de este mundo cada vez más idiota, o por lo menos si fuera el yo que dejé de ser hace tiempo (eso siempre sucede) tendría que recurrir, pomposamente, al primer párrafo de "ATale of Two Cities". Así que me apropio del texto:

It was the best of times, it was the worst of times, it was the age of wisdom, it was the age of foolishness, it was the epoch of belief, it was the epoch of incredulity, it was the season of Light, it was the season of Darkness, it was the spring of hope, it was the winter of despair, I had everything before me, I had nothing before me, I was going directly to Heaven, I was going directly the other way--in short, the period was so far like the present period, that some of its noisiest authorities insisted on its being received, for good or for evil, in the superlative degree of comparison only.

7.11.05

Saliva. 01.

Algo de pronto
atado al sentido
mi sitio
debería haber leyes
O por lo menos
eyaculación
es la creencia un ritmo
"porque sí"
me encuentro
con un perfil destrozado
y luego

6.11.05

Sentados en el patio de un café de la Plaza cualquiera, Dieter sostiene su postura de que las revoluciones son imposibles en este mundo. "Espasmos guturales" es como denomina a cualquier intento de cohesión insurgente, literalmente aquí y en China. A lo lejos, se escuchan los pasos multitudinarios de una turba que se aproxima. Puedo ir vislumbrando las pancartas a la distancia. Una aglomeración del sonido del descontento.
Pronto estarían enseguida de nosotros, o mejor dicho, Dieter y yo estaríamos en medio de la manifestación. Estas personas, miles son, parecen enojadas por algo, por muchas cosas, lo anuncian la retahíla de denuncias varias que consignan sus pancartas, banderines, disfraces carnavalescos. A los pocos minutos, toda la plaza había sido tomada.
Sin embargo, Dieter y yo advertimos la llegada de otro grupo. Con otros tipos de pancartas y disfraces, con otra manera de denuncia y organización. Éstos no tomaban las calles sino los techos de los edificios en la circunspección de la plaza. En poco tiempo, los líderes de ambas manifestaciones iniciaron un mano a mano; los líderes, en tales circunstancias, puede ser cualquiera que tome la iniciativa de resaltar dentro de la turba, siempre abstracta y amorfa.
El uno alegaba que su lucha era légítima; el otro, hablando a través de un megáfono desde lo alto de un edificio, sostenía que primero habría que transformar el procedimiento de la manifestación, y que por eso su turba se había organizado para apaciguar a la manifestación original.
Todos estaban desconcertados, parecía ser que la sociedad comenzó a engendrar revoluciones y contrarrevoluciones, pero ya no eran del mismo orden que las vistas en el pasado.
Al final del día, ambas manifestaciones, la de arriba y la de abajo, se dispersaron, acumulando sus repudios y regresándose a los barrios desde donde se habían ido articulando.
Dieter y yo nos tomamos la siguiente taza de café. Un tipo se nos acerca y nos pide una moneda para comprar un trozo de pan. Yo no traía dinero --esta vez a Dieter le tocaba invitar el café--, Dieter sacó un par de monedas de su bolsillo y se las pasó al hombre vestido de animal histórico.

2.11.05

Matisyahu: the world's biggest Hasidic Reggae Superstar
(Créanme, el año que viene, no van a dejar de ver a este tipo, va a ser realmente famoso. Lo van a odiar, otros lo van a venerar, y no pocos van a dejarse influir por su prédica. And the world as we know it will end)

1.11.05

Sigue las líneas de este poema que quiso ser un poema de amor;
coordenadas fortuitas que distribuyeron un beso, una caricia, un recuerdo.
¿sabe acaso todo esto a luna? ¿o por lo menos a un abrazo de abuela?
¿será el riachuelo de sensaciones que jamás se permiten desplazar como reales?
Podemos recorrer el mundo en palabras,
pero jamás podremos en palabras
tener al mundo
o quizás expresar el amor
¿Cómo se expresan amor aquéllos que ven impresas sus imágenes en medio de la grotesquería de la guerra?
Lo expresan igual que cualquiera
con una expresión de duda constante
como si fuera el olor extraño
de un país inexistente
o el olor de sus piedras, de sus edificios, de sus flores de cementerio
el aroma de la incertidumbre
sabe a poema que nunca pudo ser de amor.