31.7.06


todo mundo tiene su idea sobre andy kaufman. todos dicen haber "entendido" su "tripeo", su "curada". lo que no se toma en cuenta es que, pues, andy kaufman siempre FUE andy kaufman. el andy kaufman que vimos en la tele era el verdadero andy kaufman. no se trataba de construir un personaje, o de ocultarse en un personaje. andy kaufman ERA andy kaufman, en toda su variedad, en toda su disfuncionalidad, y en toda la incomodidad que producía ver alguno de sus. . .shows? performances? happenings? El problema es que no fue nada de eso. Y al mismo tiempo, siempre fue andy kaufman: muy probablemente la única persona que ha asumido al individuo como un acertijo, un dilema por resolver. Asimismo. . .quizás nos recuerde un poco, en estos tiempos en los que tendemos a construir personalidades a partir de una realidad y un escenario virtual, que la identidad de cada uno de nosotros siempre es difusa.no somos sino representamos lo que somos a partir de sitios como uno de estos blogs. los únicos que sabemos quiénes somos, pues, somos nosotros mismos. en ocasiones puede ser reconfortante. en otras ocasiones, puede ser un tanto triste. de ahí la sensación de incomodidad, pero también de ternura, cada vez que vemos a andy kaufman.

27.7.06

Nos convertimos en un fragmento del sol.
Hace calor. Eso que ni qué. Es tan exageradamente cierta la afirmación, que se convierte al mismo tiempo en cliché y metáfora, redundancia y comentario espiritual. Pero los mexicalenses vivimos para decirla; es nuestro modo de operar en el mundo.
De entre las personas que pueden encontrar en la ciudad de Mexicali, cruzando avenidas en auto, parado en una esquina esperando el semáforo, me pueden hallar a mí, sonriendo. No pocos lo hacen. Sonreir. A ciento quince grados Farenheit. Me pueden hallar sonriendo, porque es absurdo. El calor. Y también es asombroso. Pero asombroso en el sentido original de la palabra: aquello que deja sin palabras, sin aliento. Es algo inexplicable, sublime, el grado de temperatura al que puede llegar esta ciudad. Pueden verse los pájaros con los picos abiertos, histéricos y muertos de sed. Jadeando. Por eso y por mucho más sonrío.
Sonrío también porque no hay más que “pensar” en Mexicali. El calor lo define todo. Es el eje que construye toda comunicación y relación interpersonal en la ciudad. Si se analizara el discurso que se construye a partir de este eje, nos encontramos con algo insólito: cualquier ecuación que se haga sobre la base del “calor extremo”, sólo puede generar discursos redundantes o discursos enloquecidos. Esto es, o terminas girando alrededor de las mismas ideas (calor, extremo, la cerveza para amainar el calor, la refrigeración y el encierro, las calles y la lucha de tintes “heroicos”, la supervivencia en su nivel más salvaje y puro, por lo tanto definiendo el carácter de los mexicalenses, etc., etc.), o terminas destruyéndolo o reconformándolo como te dé tu regalada gana, simplemente porque no aceptas que esta sea tu condición (de ahí tanto genio loco recluso que se encierra todo julio para complotar sus últimas creaciones).
Pero detrás de todo esto, nos encontramos con el mito esencial: el calor mismo. La leyenda que nos vamos contando durante todo el verano. Porque es nuestra esperanza llegar a ese día tan exageradamente caliente que nos convierte en protagonistas. Y siempre está ahí y nunca está ahí. El día más caliente de Mexicali es nuestro Godot.
O me van a decir que no reverbera este intercambio en caso todas las casas de la ciudad:
-- ¡Híjole, qué calor hizo hoy!
-- Noooo, espérate que apenas vamos comenzando…
…y en esa espera nos quedamos. Claro, siempre llega “el día”. Pero siempre lo recibimos con incertidumbre, esto es, no creemos que ese sea “el día”, y por lo tanto, seguimos esperándolo. No es sino hasta unos meses que vemos las cosas en retrospectiva, cuando nos damos cuenta que “el día” llegó, pero no lo disfrutamos. Estábamos encerrados en algún espacio público o privado, huyendo del calor. Es una situación hermosa, por absurda. Añoramos lo que nos agobia, y cuando llega, no sentimos ni la añoranza ni el agobio. Sólo sabemos que tenemos calor.
Y no se pueden complotar estrategias para combatir el calor. Somos un rebaño silvestre y noble y asistimos a las funciones sociales con una mezcla de resignación y solidaridad hacia el prójimo. No le decimos no al calor, sólo esperamos a que anochezca. Y a pesar de la descompostura, las ropas y la frente sudorosa a las nueve de la noche, a pesar de que todas las conversaciones inician con el tema del calor y terminan con la reconstrucción del mundo, no nos percatamos de que estamos, precisamente, en un mundo bello y absurdo. Y aquí seguimos. Felices o fingiendo ser felices, que a veces puede ser lo mismo. Convertidos en un fragmento del sol.

26.7.06

when in doubt. . .ray federman. . .

COMER LIBROS
Por Raymond Federman


Si acaso es necesario que te comas un libro, por desespración o por alguna necesidad primigenia, entonces cómete el directorio telefónico, ya que es el único libro en tu biblioteca que se consiguió gratis. Con la excepción, claro está, de los libros que te robaste.
Voler un livre, dijo una vez Voltaire, o fue Diderot el que lo dijo, André Gide lo dijo también, pero yo sé que él se robó ese dicho de alguien más, voler un livre, Voltaire, claro está, lo dijo en francés, lo estoy citando verbatim, voler un livre, sí estoy seguro que fue Voltaire el que lo dijo, pero estoy dispuesto a ser corregido si alguien sabe más, de cualquier forma, voler un livre, lo dijo una vez ese antisemita de Voltaire, ah, no sabías que Voltaire era antisemita, oh, sí, odiaba realmente a los judíos, aunque decía ser ateo, tiene esto sentido para ti, cómo un ateo puede odiar a los judíos, los judíos son los mejores ateos en el mundo, en fin, voler un livre, dijo Voltaire, creo que se lo dijo a Newton cuando se topó con él en las calles de Londres durante su exilio en Inglaterra, por lo tanto no lo pudo haber dicho en francés, sino en inglés, sí, por supuesto, en inglés, entonces tenía razón desde el principio, escribir, robar un libro, sí, primero escribí lo que Voltaire le dijo a Newton en inglés, robar un libro, pero borré la frase, robar un libro, porque cuando Voltaire se topó con Newton en la Plaza Picadilly, sí, ahora recuerdo que fue en la Plaza Picadilly, le habló en inglés, claro, porque Newton no sabía francés, por lo menos eso fue lo que me dijeron, y Voltaire cuando se topó con Newton vio que Newton tenía un libro abultado en el bolsillo de su saco, la punta del libro saliéndose un poco del bolsillo, como si Newton se hubiera metido el libro con prisa, a escondidas, sin querer que nadie notase que se había robado el libro, claro, yo estoy especulando, pero por esa mirada en la cara de Newton cuando Voltaire se topó con él, uno puede suponer que se había robado el libro, probablemente en una librería en la Plaza Picadilly, el hecho de que el libro que estaba saliendo del bolsillo de Newton era robado no puede confirmarse, no obstante, cuando Voltaire se topó con Newton, y Newton volteó hacia Voltaire para injuriarlo por su torpeza cívica, Voltaire notó el libro medio escondido en el bolsillo de Newton y ahí fue cuando le dijo, reconociendo con quién se había topado, voler un livre n’est pas un crime, querido Señor, oops, error, lo dijo en inglés, no en francés, sí, Voltaire debió hablar en inglés en la Plaza Picadilly cuando se topó con Newton, Voltaire sí hablaba inglés, muy mal, y con acento cargado, pero sí hablaba inglés, eso sí se ha confirmado, de modo que cuando se topó con Newton y notó el libro saliendo del bolsillo de Newton le dijo, rbar un libro no es un crimen, de lo cual por cierto, la primera parte de lo que Voltaire le dijo a Newton ha sido autentificado, robar un libro no es un crimen, lo que no ha sido autentificado es la última parte de la frase, siempre y cuando uno lea el libro, pero si aceptamos toda la frase, sin importar el hecho de que puede atribuirsele en su totalidad a Voltaire, entonces, más que comerse el directorio telefónico cuando la situación se torna desesperada, también se pueden comer los libros robados de la biblioteca, siempre y cuando se hallan leído esos libros, y por esto debemos estar agradecidos con Voltaire, aun cuando era un bastardo, un antisemita que odiaba a los judíos.

24.7.06

23.7.06

Esto es cool:

En respuesta a la pregunta, “¿qué es específicamente la buena poesía?” Zukofsky dice, “Es información precisa sobre la existencia desde la cual surgió.” Una imagen hace un reclamo histórico, es la apuesta del poema en el mundo y su garantía de producir consecuencias en el mundo. Y luego, continúa diciendo, “la buena poesía. . .es…información sobre su propia existencia…, el movimiento (y el tono) de las palabras”. Contra la temporalidad de la imagen, postula no al mythos o al logos sino al lenguaje, y especialmente a la producción física del lenguaje, su cercanía a la voz y al cuerpo de esa voz, a los labios, la lengua, a los pulmones del habla. En una entrevista, él se refiere a la palabra como una “cosa fisiológica.” La poesía tiene que ver con el organismo en el cual las personas realizan su vida diaria, y la forma humana, a pesar de la fugacidad de los cuerpos dados, es asombrosamente constante a través del tiempo. Es este hecho que acaso permite a la persona “que no sabe griego escuchar y obtener algo de la poesía de Homero: la de “sintonizarse” a la tradición humana, a su voz, la cual se ha desarrollado de entre los sonidos de las cosas naturales, y que por lo tanto se escapa de los confines del tiempo y el espacio, de maneras que uno difícilmente puede escapar de ellas, cuando se estudia a Homero desde su gramática”. La interacción de imagen y sonido, finalmente, permite una poesía de indagación precisa: esto es, la experiencia puede ser medida. No es pensamiento, pero el pensamiento se halla frecuentemente sobrevolando. Existe, según nos dice Zukofsky, una “interacción de conceptos.”
(Don Byrd, "La Poética del Sentido Común")

18.7.06

Lily Allen Smile




señoras y señores: la rola del verano. quítate gnarls barkley, que aquí viene la muy vengativa lily allen. (toda rola que tenga una basesita skankera a la specials merece un espacio íntimo en mis oídos. aparte, lily es hermosísima)

17.7.06

Chicali

mi linda tierra. mi linda gente. mexicali: pueblo grande de tiernos salvajes.

12.7.06

Syd:

Hace mucho que no oía hablar de ti.
Descansa en paz.
Por fin.

(Syd Barrett: 1946-2006)

11.7.06

XTC - Respectable Street

Lo siento, pero aquellos que han escuchado a the futureheads o a maxïmo park, he aquí la banda que les proporcionó todos sus "tics" estilísticos.

4.7.06


(canten conmigo. porque lo poco que queda de este espectáculo es la música. más todavía si es igual de hermosa que esta canción. si pudiera dedicársela a alguien. . .pero no. nunca me escuchará)

Neutral Milk Hotel
In the Aeroplane over the Sea

What a beautiful face
I have found in this place
That is circling all round the sun
What a beautiful dream
That could flash on the screen
In a blink of an eye and be gone from me
Soft and sweet
Let me hold it close and keep it here with me

And one day we will die
And our ashes will fly from the aeroplane over the sea
But for now we are young
Let us lay in the sun
And count every beautiful thing we can see
Love to be
In the arms of all I'm keeping here with me

Anna's ghost all around
Hear her voice as it's rolling and ringing through me
Soft and sweet
How the notes all bend and reach above the trees

Now how I remember you
How I would push my fingers through
Your mouth to make those muscles move
That made your voice so smooth and sweet
And now we keep where we don't know
All secrets sleep in winter clothes
With one you loved so long ago
Now he don't even know his name

What a beautiful face
I have found in this place
That is circling all round the sun
And when we meet on a cloud
I'll be laughing out loud
I'll be laughing with everyone I see
Can't believe how strange it is to be anything at all

3.7.06

Varias razones por las que no voté el día de ayer:
1.- Porque nuestro próximo presidente no lo escogió el pueblo. O mejor dicho, no lo va a escoger el pueblo. Eso se decidió hace unos cuantos meses. En estos momentos, estamos viviendo los aspavientos y dibujos animados que mantienen al pueblo alerta, feliz de verse involucrado en un espectáculo llamado "proceso democrático".
2.- Porque creo que una de las grandes fallas de la democracia es la imposibilidad de que el individuo sea autónomo, que autodetermine su destino, que actúe conforme a la voluntad propia y a la voluntad común AL MISMO TIEMPO. Mi autodeterminación me dictó la voluntad de no votar, porque ninguno de los candidatos me representa, y, si los números no fallan, es muy probable que, estadísticamente, haya un buen contingente de mexicanos que se sientan igual que yo. Los candidatos que ofrecieron los partidos no me representan. Representan esa broma pesada y perpetua en la que se ha convertido nuestro país, desde hace más de doscientos años.
3.- Porque me niego a votar, ni "tan siquiera por el menos peor", ni mucho menos "de perdida para que aparezca un voto anulado". Si tuviera la certeza de que el porcentaje de los votos anulados fuera mayor que el porcentaje de votos acumulados a favor de cualquiera de los candidatos, sí, con mucho gusto hubiera ido a las urnas a anular mi voto. Pero no fue así.
4.- Porque no es cierto: ni López Obrador representa a los pobres, ni Calderón representa a los ricos. Ambos representan opciones mediocres para la continuación de un régimen que ya no nos representa a nadie. Puro espectáculo. Y lo peor del caso es que estos comentarios terminarán percibiéndose como los de un aguafiestas, ya que todo mexicano podría decir en estos momentos: "aaaaay, ni es para tanto. Tú nomás has de cuenta que las cosas van a cambiar, sigue la curada." Es como el tipo que se pone a revelar los secretos de un mago, o de una película de suspenso: todo el público lo abuchea, porque sus revelaciones acaban con la ilusión. Y por lo visto, preferimos la ilusión que nos ofrece la "esperanza".
5.- Porque no pienso dictar mis acciones a partir de lo que me señalan los medios: ¿Si no voto no me quejo? ¿Quiere decir que mi vida tiene que ser dirigida por la opinión alelada de imbéciles como Adal Ramones, o de todos los que participaron en la campaña de "Tu Rock es Votar" (a todas luces, una de las campañas más fascistas que he visto en mucho tiempo)? No, no fui de los que asentía con la cabeza cuando cualquiera de estas "figuras del espectáculo" nos aleccionaban una y otra vez sobre la participación ciudadana en estas elecciones. No me aborregué el domingo pasado y acudí a las urnas como buen mexicano después de misa: con la certeza de que me estoy haciendo pendejo a mí mismo.
(5b... Porque me aterra cualquier idea de la marca. La tinta indeleble que automáticamente te señala y te identifica, es igual a la mancha en la frente los miércoles de ceniza. No me gusta ser marcado como res. Mucho menos me gusta sentirme autocomplaciente por cumplir con mis deberes ciudadanos).
6.- Finalmente, porque EL VOTO NO REPRESENTA MIS DEBERES AL INTERIOR DE UN SISTEMA DEMOCRÁTICO. Esos deberes se desarrollan a lo largo de mi ejercicio y participación en sociedad. Las mismas personas que exigen el voto a los demás es la misma gente que castiga y reprime y ningunea cualquier proceso de defensa de la democracia. Los mismos que castigan a los manifestantes, los mismos que reniegan de las actividades del EZLN, los mismos que dicen que la mayoría de los mexicanos somos unos desobligados, huevones que no trabajamos, los mismos que sostienen que "pobre es el que quiere". El voto es el inicio --y no necesariamente obligatorio-- de la vida democrática de un individuo en sociedad. Independientemente de quien quede como presidente, mi labor y TU labor y TU labor y la TUYA también, es la de asegurarse de que esta persona conduzca al país de la mejor manera posible, y de no hacerlo, es la labor de TODOS nosotros exigirle a dicha persona que lo haga. Independientemente de si se votó o no por dicha persona.

2.7.06

(De La Jornada Semanal, domingo 2 de julio, 2006)

Angélica M. Aguado y José J. Paulín
entrevista con Dany-Robert Dufour

La muerte de Dios postmoderna
Dany-Robert Dufour, considerado como uno de los pensadores europeos más importantes, es doctor en filosofía, profesor de estética, educación y filosofía del lenguaje en la Universidad de París VIII. Ha publicado, entre otros libros, Les mystères de la trinité (novela, Gallimard, Paris, 1990), Les instants décomposés (Julliard, Paris,1993) y Locura y democracia (Fondo de Cultura Económica, México, 2002). Esta entrevista fue realizada durante los trabajos académicos que organizó la maestría en psicología clínica de la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de Querétaro, en octubre de 2005.


Sabemos que usted está de acuerdo con una de las tesis de quien fuera su maestro, Jean-François Lyotard, acerca de que la humanidad habría entrado en una nueva edad de la historia: la postmodernidad. A grandes rasgos, ¿qué es exactamente lo que caracteriza a esta etapa?

–La postmodernidad se caracteriza, según Jean-François Lyotard, por el fin de los grandes relatos de emancipación de la humanidad que fueron elaborados durante la modernidad, la cual funcionó en torno a ciertos ideales, por ejemplo el acceso a la razón y al criticismo y la emancipación social. Tomen como ejemplo el marxismo y la salvación social –prometida de alguna manera con referencia al pueblo–, y el acceso a ciertas "fuerzas oscuras" (pienso ahora en Nietzche o en Freud, que decían que en cuanto accediéramos a ellas nos íbamos a liberar). Entonces, los que sufren frente a la postmodernidad serían esos grandes relatos, ya que ésta pondría fin a esas esperanzas y a esos ideales. Así que la postmodernidad dice globalmente que ya no seremos salvados ni por Dios, ni por el proletariado, ni por ningún ideal de emancipación. Esta teoría fue enunciada a finales de los setenta por Jean-François Lyotard, y la característica histórica interesante es que unos años más tarde –de manera casi simultánea–, llegó la ola neo o ultraliberal. Entonces creo que hay una enorme relación entre la postmodernidad y el neoliberalismo o el ultraliberalismo, que se ha difundido en el mundo con la globalización. Y lo que ha sido anotado desde un punto de vista cultural bajo el nombre de postmodernidad tiene que ser puesto en relación con lo que sucede a nivel económico y político, y lo que está sucediendo está afectando a todas las grandes economías humanas clásicas, por supuesto la economía mercantil, la economía política, la economía simbólica y la economía psíquica. El hecho de que ya no existan grandes referentes en torno a los cuales organizarnos, modifica considerablemente la situación de las grandes economías humanas.

–¿Cuál sería la diferencia entre neoliberal y ultraliberal?

–Neoliberal quiere decir literalmente "nuevo liberalismo". Ahora bien, creo que no es un "nuevo" liberalismo; sólo hay un liberalismo llevado hasta sus últimas consecuencias, un liberalismo que fue enunciado hacia 1768 por primera vez por Adam Smith, y que se presenta como la posibilidad para los individuos de entregarse a la ganancia máxima y seguir todos sus cálculos egoístas; que decía que "podían hacer" sin ningún límite, sin ninguna vergüenza, porque de todas maneras existía una Providencia que iba a transfigurar los vicios privados en virtudes públicas, es decir, en riqueza colectiva. Es este régimen, simplemente llevado hasta sus últimas consecuencias, el que vemos aparecer en el mundo, sobre todo a partir de 1980 con Margaret Thatcher, en Inglaterra, y con Ronald Reagan, en Estados Unidos, y que implica la destrucción de todas las formas de regulación (políticas, simbólicas). O sea que es el mismo liberalismo que fue enunciado hace dos siglos el que vemos ahora, pero con una potencia total que ha logardo hacer desaparecer todas las otras características modernas de las cuales hacíamos mención antes; la posibilidad de una regulación a través de lo político y la posibilidad de que nuestras acciones estén referidas a cierta cantidad de ideales, esto es lo que desapareció. El lema del ultraliberalismo es "dejar hacer" y "sin límites", lo cual tiene consecuencias psíquicas importantes.

–¿Cuáles serían esas consecuencias psíquicas para el que, a todas luces, parece ser un neo sujeto?

–En la época moderna teníamos un sujeto doblemente definido: estaba definido por el ideal crítico kantiano que apareció alrededor de 1800, y estaba definido también por la condición subjetiva de este sujeto moderno caracterizada por la neurosis. ¿Y qué es el sujeto freudiano? Es un sujeto que no puede hacer todo, y sobre todo no puede hacer una cosa, lo único que de hecho quisiera hacer desde que es niño: casarse con su mamá. Entonces se ve obligado a renunciar (está marcado por la renuncia), tiene que estar de acuerdo con una substracción de goce, que se traducirá en beneficio de lo colectivo. Esto es lo que Freud llamó la "civilización" (por cierto que la "marcha de la civilización" era un tema que le importaba mucho). Yo creo que el sujeto postmoderno, o lo que ustedes llamaron "nuevo sujeto", es un sujeto que ya no está marcado por la necesidad de esta substracción; es un sujeto que debe poder obtener todo lo que quiere en función de lo que Adam Smith llamó la maximización de las ganancias. A partir de entonces es un sujeto que se presenta con una nueva característica, la de ser un ser sin límites, y por lo tanto entra en otra economía psíquica distinta a la del ser humano moderno que se ve obligado a renunciar a una parte para que lo demás funcione.

–En su libro, On achève bien les hommes. De quelques conséquences actuelles et futures de la mort de Dieu publicado en Francia, (Denoël, 2005), usted analiza algunas consecuencias actuales y futuras de la muerte de Dios. ¿Cuál es entonces el lugar de Dios en esta postmodernidad.

–Me están haciendo una pregunta muy interesante porque, de hecho, los grandes relatos de salvación de la modernidad han muerto en la postmodernidad. Así que podríamos decir que Dios ha muerto, pero este vacío trascendente de Dios fue reemplazado por la nueva Providencia que mencioné hace rato, que es la Providencia del mercado. Es el mercado el que se presenta como un nuevo dios: potencia, omnipotencia; podría hacer todo, regular todo. Así que estamos ante una especie de nuevo dios. El problema es que este nuevo dios no cumple sus promesas –sus promesas divinas, puedo decirlo así. ¿Por qué? Porque el mercado es una simple red de intercambios, un ámbito donde se puede intercambiar todo, todo lo que es mercantilizable en el mundo; de hecho todo se vuelve susceptible de ello, incluso el derecho a contaminar. Como ustedes lo saben, uno compra el derecho a contaminar, o puede comprar niños, u órganos, o se pueden adquirir derechos sobre lo vivo. Así que en esta red todo es intercambiable. La organización trascendente o trascendental de antes, con la presencia de los antiguos dioses, ya no funciona en la postmodernidad. Entonces esto deja a los individuos de la postmodernidad con preguntas muy graves a las cuales este nuevo dios no responde. Por eso me parece que observamos una especie de retorno de lo religioso, pero es algo parareligioso, son nuevas religiones; pienso, por ejemplo, en el neoevangelismo, en el fundamentalismo, en los integrismos (en todo lo que llegó con la nueva elección norteamericana), que se presentan como "suplementos de alma" (cuando uno no se siente muy bien, un "suplemento de alma" es lo que aporta una especie de consuelo). Entonces, ante el mercado que deja a los individuos frente al tormento de su origen, si podemos decirlo así, vemos la presencia o la aparición de nuevas formas religiosas extremas, y entonces parecería que en el mundo actual el lema, la fórmula que está apareciendo es la siguiente: mercado para asuntos serios y parareligión para los neuróticos, para aquellos que continúan y persisten en eso de ser neurótico. Y con respecto a esto, lo que sería interesante considerar también son los dioses premodernos. Pienso, por ejemplo, en el islamismo, que se refiere a formas que no aceptan el mercado, por eso no es una casualidad que el 11 de septiembre sea el mismo símbolo del comercio mundial, es decir, que el World Trade Center sea el que haya sido destruido. Aquí estamos ante una lucha entre dioses premodernos y el dios postmoderno del mercado; es una lucha a muerte.

–Háblenos sobre la teoría de la neotenia y la creación de estos dioses.

–Bueno, en efecto trabajo desde hace algún tiempo sobre las cuestiones de la neotenia. La neotenia me parece una teoría muy importante que nos permite volver a pensar las relaciones naturaleza-cultura y contemplar desde un enfoque nuevo todos los grandes asuntos humanos, es decir, el lenguaje, el pensamiento, el arte, el psiquismo, todos estos grandes asuntos importantes y difíciles. La neotenia se presenta como una teoría científica que dice que el hombre es un animal de nacimiento prematuro, que nace inacabado en su naturaleza, contrariamente a los otros animales –que nacen, si no completamente acabados, sí muchísimo más acabados que el hombre. Y las pruebas de esta condición inacabada, o inmadurez en el momento del nacimiento, son numerosas. Les doy algunas: la ausencia de pulgar oponible en los pies, la ausencia de sistema piloso, el hecho de que el sistema piramidal aún no esté terminado, que las paredes cardíacas no están cerradas, que el cráneo tampoco está cerrado, o la ausencia de dentadura de leche en el momento del nacimiento. Todas estas son pruebas de que el ser humano nace prematuro. Entonces, a partir de esta idea de la naturaleza inacabada del hombre, sólo hay algo que nos permite entender que este ser, que prácticamente fue abortado, sobreviva en el mundo: la única posibilidad es que este ser se complete por fuera de la naturaleza, en lo que hemos llamado Cultura. Ahora bien, en el centro de la Cultura, encontramos algunas grandes figuras en torno a las cuales se organizan todas las culturas –en una región y una época determinadas–, y entonces esta necesidad de terminación en la Cultura, organizada en torno a esta gran figura que podríamos llamar un gran sujeto (la que utilizando una terminología lacaniana nos remitiría a las figuras del Otro), es lo que caracteriza las consecuencias psíquicas y físicas de la neotenia. Hay que hacer notar que la humanidad ha conocido muchas figuras del Otro, aunque el bagaje natural con el que el hombre viene al mundo desde hace doscientos mil años sigue siendo globalmente el mismo, el pedazo de Cultura que se le agrega a este pedazo natural ha sido diferente a lo largo de distintas épocas. Entonces habría que considerar –y eso es lo que traté de hacer en mi último libro–, esta estructura que implica no solamente la presencia del Otro, sino que también cabría hacer algo así como una historia del Otro, o una historia de las figuras del Otro, y yo creo que si hiciéramos esto último estaríamos mejor armados para entender qué es lo que nos sucede ahora. Porque perfectamente podría ser que la postmodernidad esté caracterizada justamente por la desaparición de toda figura creíble del Otro, lo cual implicaría, por lo tanto, algunas preocupaciones para lo que le suceda a la civilización en el futuro.

–Si la teoría de la neotenia nos plantea a los seres humanos como inacabados, prematuros, implantados en ficciones, es decir, en creencias de Dios, la pregunta sería: si la postmodernidad presenta la posibilidad de la muerte de Dios y lo que ha venido a ocupar ese lugar es el mercado, entonces, ¿la oferta de las nuevas religiones es la existencia de un dios falso?

–No, yo creo que es en esta declinación de las distintas figuras del Otro que la humanidad ha conocido, donde hay que contar formas extraordinariamente diversas de la divinidad, o formas extremadamente diversas de lo que se da en llamar "el soberano", o formas muy diversas de lo que se podría llamar la soberanía. Piensen, por ejemplo, en la historia occidental, en la cual pasamos de la physis griega, los dioses de la naturaleza, el politeísmo griego, a todas las variedades del monoteísmo; pasamos a una forma de la teología política con la monarquía absoluta, luego pasamos a nuevas apariciones del soberano: el pueblo; así, por ejemplo Rousseau, en El contrato social, llama al pueblo "el soberano", y esa es una nueva forma de relación con un tercero. También conocimos formas de religión del arte, de religión política, por ejemplo Marx era alumno de Hegel, y en esta teleología de la Historia no es la realización del espíritu absoluto lo que estaba en el orden del día para Marx, sino el advenimiento de una sociedad sin clases, lo cual en el fondo está muy cercano al proyecto teleológico y lógico de Hegel. Por eso hablo del marxismo como de una teología política. Resulta que todo esto se desmoronó, entonces, efectivamente, por el momento, no tenemos nada más que el mercado que no mantiene sus promesas, y tenemos el regreso de falsos dioses. Entonces, claro, esta época es una época contrariada, difícil, decepcionante. Pero yo creo que se están buscando nuevas formas de soberanía, yo creo que la forma que apareció más o menos hacia 1800 en la época de la Ilustración no está completamente obsoleta, sigue estando a la orden del día, permite un verdadero milagro ¿Y cuál es el milagro? Que logramos transformar, en el curso de la Ilustración, las antiguas sumisiones a estas divinidades en nuevas libertades y también limitaciones a la imaginación trascendental. Este lugar del pensamiento era un lugar maravilloso porque era un lugar vacío, no lleno de tal o cual forma divina, sino una forma vacía en la cual la imaginación y el pensamiento tenían que realizarse. ¿Cómo pensar que esta forma derivada de dos mil años de filosofía pueda ser simplemente eliminada por algo tan rústico y grotesco como el mercado, a menos que ya no tengamos ninguna esperanza en los neotenos humanos? Yo creo que sí podemos conservar cierta esperanza, yo creo que hay muchas señales de la resistencia del sujeto a su destitución subjetiva.

–¿Cuáles serían esas señales?

–Son múltiples, no son sólo políticas. Por ejemplo, están en el sujeto que quiere seguir actualizando lo que sucede en él con su deseo, están en el sujeto que no cree que los objetos manufacturados del mercado van a cumplirle realmente lo que él quiere, contrariamente a lo que dice el mercado. El mercado dice: "Quiera usted lo que sea, nosotros se lo vamos a dar." Sabemos que esto deja completamente insatisfecho y que hay que elaborar algo para saber qué es lo que quiere uno de uno mismo, de los demás y cómo deseamos estar juntos. Entonces, por doquier encontramos resistencia: en donde todavía alguien se plantea esas preguntas, escribiendo un poema, elaborando una práctica que no responde simplemente al funcionamiento del mercado, cuando se entrega a una práctica artística, cuando se entrega a un psicoanálisis, al participar en movimientos colectivos de resistencia contra este orden de las cosas; todas estas son formas de resistencia del sujeto frente a su destitución subjetiva.

Traducción simultánea de Ángela Silva Ochoa