8.2.06

son pocas las certidumbres que quedan realmente en este mundo. ¿Las mías? que aun podemos perdernos en la mirada de una mujer. que todavía es posible conmoverse ante el gesto sutil del polvo suministrado por el viento. que hay sonrisas en los ancianos, en los niños, y que estas se olvidan conforme el tiempo y la rutina hace sus malabares. que en alguna parte del mundo, alguien quiere, alguien lucha por, algunos sufrimos en el interim. que la música es más vital de lo que ha sido en el pasado (¡¡¡a la chingada con los divertimentos sonoros de nuestras épocas clásicas!!!) y finalmente, reiterando, que aun podemos perdernos en la mirada de una mujer. o quizá fue en su voz. o quizá las eternas cartas que nos enviamos. en estos momentos, presencias como la mía pueden resultar insoportables.