9.3.06

Esto sucedió hace dos días. Me contaron historias. Entre ellas, me encontré con imágenes insólitas: un hombre sin rostro, una mujer queriendo deshacerse de una bola gigantesca de cristal, tratando de meterla en un escusado, y un extraño video donde se simulaba una ejecución, un linchamiento de resistencia civil.
Las historias estaban llena de detalles, de esos que siempre apelan por la veracidad, que recurren a la afirmación de que lo que se está contando fue cierto, sucedió en alguna parte; se mencionan sitios, nombres de personas, sucesos que ocurrían simultáneamente, y de los que se tiene verificada certeza de que ocurrieron.
No sé si las historias que me contaron fueron ciertas. Pero no importa. Me doy cuenta que lo que prima es la historia en sí. En alguna parte de Brooklin, Paul Auster me da la razón.