12.7.13

La parte más tragicómica de nuestra será nuestra incapacidad para recuperar un pasado significativo. El tiempo está hecho de aire comprimido. La experiencia, un instante enmarcado por la sobreestimulación y los estados alterados por distintos tipos de sustancias. El amor, la locura, la guerra y el deseo, están supeditados a un momentáneo pinchazo de la conciencia; después del piquete, todo vuelve a una relativa normalidad. Es la normalidad de la mente inmersa en un caos que ya ni siquiera tiene armas físicas para controlar. 

¿Y nuestros artefactos? ¿Servirán de vestigio para el futuro? No creo que una pintura actual, cuya forma no asume más que las formas de la historia del arte, vomitadas en nuestro presente en clave manierista, y no obstante tenemos objetos como iPods, tablets, y demás ¿Significarán algo concreto en su proceso de recuperación? ¿Veremos con ojos de encantamiento y de regreso a una inocencia al momento de verlos? ¿Estamos destruyendo la nostalgia, o incluso la posibilidad de tener un pasado?