7.8.15

Los usos del cuerpo

[para gritarlo desesperadamente por las noches en medio de la calle]

Esta noche quiero hablarles del cuerpo
mi cuerpo, tu cuerpo, su cuerpo, el cuerpo ajeno y el cuerpo de todos
el cuerpo como huésped
el cuerpo sangre
cuerpo historia
cuerpo vida entera
que se entrega
al mundo entero
hasta que el cuerpo entero
descansa y desaparece
suspendido en el tiempo.

Lo más maravilloso de un cuerpo es que puede nacer:
camina a tientas por los contornos informes de la realidad
observa atónito a su alrededor
ahí donde todo es posible
donde nada es imposible
y donde todo lo marca con un llanto o con una sonrisa
es el cuerpo sueño
el cuerpo que lo puede todo
y de ahí en adelante
comienza la aventura
el dolor
el placer
la felicidad
la angustia
el amor y la muerte
de ahí en adelante
tu cuerpo te usa y tu usas al cuerpo
de ahí en adelante
todo es desde el cuerpo

puedes cubrirlo de besos y saliva
puedes estirarlo y encogerlo
arrastrarlo y envolverlo en pliegues y hojas de árbol en otoño
puedes darle cachetadas ligeras en las nalgas
puedes cargarlo
verlo a los ojos
a esos ojos que por el momento lo ven todo sin ver nada
puedes llamar al cuerpo para que venga
puedes morderlo con delicadeza
puedes ver cómo el cuerpo crece en su búsqueda por acercarse al cielo
puedes dejar que el cuerpo vea las estrellas
puedes dejar que el cuerpo se vea en el espejo
puedes dejar que el cuerpo vea a otros cuerpos
desear al prójimo
desear lo propio
subir a los árboles
y al caer romperse una pierna
puedes dejarlo sentado en una silla
o dejar que el cuerpo corra cuesta abajo
cuesta arriba
en una planicie
en un bosque
en una pradera
en medio de esos desiertos que nunca tienen nombre
puedes dejar que el cuerpo tenga sed
que el cuerpo tenga hambre
dejar que tu cuerpo abra la boca para ingerir alimentos
fresas
carne
sesos
vino
cerezas  
o dejar que se seque tu boca con una hogaza de pan
o dejar tu cuerpo con hambre
o dejas abandonado a otro cuerpo para que muera de hambre
tirado en el suelo, cuerpo sin nombre
una imagen que corre el mundo
de tu cuerpo sin nombre que muere de hambre
en los desiertos sin nombre
de esos lugares recónditos donde la gente nació para morir de hambre
o puedes sumergir tu cuerpo en las aguas de un manantial
sumergir tu cabeza hasta perderte
nadar a contracorriente
o en el fondo de una alberca
dejar que el cloro impregne tu piel
salir a tomar aire
¿recuerdan lo fresco que es el aire cuando sale tu cabeza después de sumergirte en el agua?
puedes dejar que tu cuerpo camine
se resbale
tropiece
se tumbe al suelo
se tuerza un tobillo
se caiga irremediablemente en un barranco
puedes esforzarte por volver a subir a tierra firme
escalar esas piedras que te llevan a la cima de la montaña
sentir una herida en tu rodilla
un morete en el muslo
una cortada en la palma de tu mano
un golpe en el dedo meñique con la esquina de la cama
puedes meter tu cuerpo en las sábanas y sonreír a plenitud después de un día hostil
puedes acariciar al cuerpo ajeno
el cuerpo deseado
puedes besarlo
¿qué extraños son los besos, no?
¿qué hermosos son los besos, no?
labios mordidos
labia mordida
el olor de una nuca que resguarda todo el sentido de tu historia
puedes escuchar el latido de otro corazón
luego el tuyo
luego el de otro
y de otro
y puedes poner la palma de tu mano en el pecho de otro cuerpo
sentir la palpitación
sentir la fragilidad
de esa vida adentro de ese cuerpo
puedes ver los cuerpos danzantes
los que cruzan avenidas
en carros comprados a crédito
los que andan en bicicletas que desafían los vericuetos de un tráfico salvaje
o los que están estacionados en los semáforos para hacer piruetas a cambio de monedas o de una sonrisa
los que descansan en los bancos de parques
o se sientan vencidos en los asientos de camiones
en las cajas de Pick Ups
rumbo al campo
para agacharse y estar cercano a la tierra mojada
para dibujar callos en las manos
para guardarte tus historias y contarlas en otro momento
puedes cargar sacos de arena y harina
puedes destrozar tu espalda porque tu hijo tiene que estudiar
esperar el momento adecuado del día para que tu cuerpo suspire
no de esperanza sino de agotamiento
puedes dejar que tu cuerpo llore
que tu cuerpo escupa
que tu cuerpo se abandone a sí mismo
dejar que un torrente de químicos invada tu cuerpo
te lleve a otro destino
ahí donde reptas ahíto y le gritas a la luna
mientras unas torres de bocinas palpitan la estridencia electrónica de los tiempos
puedes dejar que tu cuerpo grite en silencio
un grito de goce
un espasmo de vida
o 100 mililitros de líquido ambarino corriendo por tus venas
puedes dejar que tu lengua se despida del ánimo
o seguir escalando montañas de cimas eternas
puedes dejar que el cuerpo del otro te maltrate
te maldiga
o se apiada de ti
puedes tirarte en la calle
y levantar tu brazo a la cercanía de propios y extraños
porque sólo quieres una moneda
una moneda para la supervivencia de un cuerpo
que dejó de deambular con esos otros cuerpos
los que transitan las calles
con los ceños fruncidos
pensando en la última fechoría
de su feroz gobierno aplastante
cuerpos que ven la tele y ven las noticias
y al siguiente día se reúnen con otros cuerpos
para trabajar en oficinas
donde corre siempre el aroma incierto del silencio y la tinta gris
del silencio y la vida gris
del silencio y la mirada gris
del silencio y el silencio gris de la vida
encerrado en tu cubículo
componiendo al mundo
mientras descompones tu cuerpo
lo cargas de azúcar
lo cargas de sal
lo cargas de molestias
lo cargas de angustia
tu cuerpo encorvado
el que siente el alma despedazada
y que espera los fines de semana
para imaginar otros mundos posibles
que jamás sucederán
puedes estirar tu espalda
estirar tus piernas
abrir las piernas de otro cuerpo
recorrer con tu lengua la piel de otro cuerpo
o rezar por el cuerpo ajeno
ungirlo en aceite y despedirlo
cuando los trabajos internos del cuerpo
no resisten la enfermedad
puedes hospedar un virus en tu cuerpo
y sentir cómo el virus se adueña de ti
puedes perforarlo
puedes hincharlo
puedes hacerlo crecer
los músculos protuberantes o la barriga como concha de tortuga
puedes ponerle tatuajes en los omóplatos
trazar una línea del tiempo en tu columna vertebral
puedes hacerle leves tajadas con una navaja
o marcar tus ojos con delineador
puedes contar la historia en la constelación de lunares del cuerpo ajeno
sentir el aliento del otro en tu cuerpo
hinchar tu cuerpo con el aire del campo
arrojarlo a las aguas de una playa
nadar hasta que tu cuerpo es un punto fundido a la línea horizontal del mar
puedes dejar que tu cuerpo desee a otro cuerpo de tu misma condición
cuerpos blancos, cuerpos blandos, cuerpos morenos, amarillentos, pálidos, rosáceos, cuerpos negros colordenoche, cuerpos relucientes, tersos, gruesos, cuerpos de poros abiertos de pieles sedosas, cuerpos chinos, mexicanos, gringos, italianos, alemanes, cuerpos coreanos salvadoreños argentinos colombianos, cuerpos cubanos dominicanos, cuerpos franceses ingleses irlandeses, cuerpos difuminados en la historia de los cuerpos, los cuerpos que hemos sido desde el inicio de los tiempos, podemos ser estos cuerpos y estos cuerpos pueden ser todo para nosotros
pueden ser los cuerpos de la libertad
los cuerpos del asco
los cuerpos de lo innombrable
cuerpos indómitos
que descansan flotando en un lago bañados de luna
o que se descomponen anónimos en el fondo del mar
al final de un desbarrancadero
envueltos en sábanas
sus partes dispersas
sus rostros borrados
sus miradas ausentes
cuerpos que vemos bailando en las noches
o que duermen durante horas y horas
sin saber los sueños que dentro de ellos viven prisioneros
cuerpos dominados por la risa
abrumados por el espanto
debilitados por el llanto
cuerpos que pudieron ser
cuerpos que son
cuerpos que se acarician
se besan
se apretujan
la saliva se mezcla
se envuelven sus piernas
se estimulan los sexos
se mueren poquito
o se mueren para siempre
cuerpos que descansan con sus ojos cerrados
y sus labios pintados
cuerpos mujer cuerpos hombre
cuerpos animales
cuerpos que rasguñan la piel
o que se aferran al piso
cuando son arrastrados
cuando son llevados a la fuerza
cuerpos amarrados a una silla
cuerpos golpeados sin un propósito
macerados sin propósito
encadenados sin propósito
desmembrados sin propósito
torturados sin propósito
decapitados sin propósito
incinerados sin propósito
cuerpos con miedo
cuerpos que no entienden
por qué la vida tuvo que ser así
cuerpos desvanecidos
cuerpos que caen vencidos cuando el golpe es muy fuerte
cuando el balazo fue certero
cuerpos sin nombre que se unen a la numeralia de terror en nuestro país
cuerpos que pudieron haberse quedado callados
pero no callan
porque los cuerpos no pueden, no deben callar
nunca.