4.9.08

Conversaciones situacionistas y
un poco fútiles con señoras que


se sientan enseguida de ti en el autobús
se sientan enseguida de ti en la parada de autobuses
hacen fila junto contigo en el supermercado
hacen fila junto contigo en el banco
esperan contigo en el cajero automático
esperan contigo en la sala del aeropuerto


* ¿Cuándo fue la primera vez que probó el chocolate? ¿Recuerda la sensación?



* - Las medias
- ¿Qué?
- Son impresionantes
- ¿A qué se refiere, jovenzuelo?
- el modo como quedan enrolladas, ahí, justo en los tobillos. Como si hubieran sido diseñadas para eso
- tengo frío. ¿me da de comer?



* Estamos solos en el mundo, señora. Usted y yo. Todos los demás son espectros. No, no lo dude, no se me quede viendo como si no supiera de lo que estoy hablando. Es más, ni siquiera se moleste en cambiarse de asiento, como lo hace ahorita. Bien puedo hablar más alto. SOLOS, señora, solos en este mundo. Usted y yo. ¿Los demás...? es pec tros. Menos el chofer. Él es extraterrestre.



* Recuerdo el día que la conocí. Usted tenía diez años y yo dieciocho. Bien parece que los tiempos se invirtieron en nuestras vidas, y usted, con sus años a cuestas, se adelantó. Pero en realidad, estuve el día del raspón en su rodilla derecha. Cómo lloró, cómo se molestó conmigo con eso del mertiolate y la paleta payaso que se desmoronó después de la primera mordida. A los diez años no sabía la cantidad de sueños que iba a soñar, señora. Con todo respeto, pero sus sueños se cumplieron, casi todos. ¿No es eso bonito y...tan poco complicado? Que nuestros sueños sean simples para que todos se cumplan. Así lo hizo. El único sueño que no se cumplió fue volverse a topar conmigo. Porque acéptelo, señora, yo fui el amor de su vida. Todas las mujeres se impresionan cuando niñas por la galantería de una adolescente atento.



* ¿Sabe qué hora es? Es la hora de los abrazos a los árboles. Ándele, ¡vamos! ¡Bajemos en esta parada y abracemos al primer árbol que veamos! No tema, y tampoco ponga resistencia, que le puedo arrancar el brazo.



* Hola. Soy [inserte nombre de difunto esposo]. He vuelto.

(ok. lo acepto. este fue cruel)
* -¿Cuándo fue la última vez que sostuvo una pancarta?
- cuando lo de la manifestación del mes pasado
- ¿cuándo fue la última vez que besó unos labios tiernos?
-hace dos horas. mi esposo es retequerendón
-¿cuándo fue la última vez que apareció en televisión, sollozando por la injusticia, porque su hijo-yerno-esposo-hermano-tío fue enjuiciado-ejecutado-secuestrado-golpeadoporlasautoridades-asaltado-arrollado-revolcadoporunatromba?
-el viernes. no estaba en mis mejores días. me faltó maquillaje.
* -Un día tuve madre. No, no se parecía para nada a usted, creo que únicamente el hecho de que también fue madre. Y en aquel entonces, fui un mal hijo. Desperdiciaba mi tiempo fumando raleighs y leyendo Condorito, sorbiendo mi agua de jamaica y pensando en la vecina la de los frenos de caballo. Fui un mal hijo que desperdició la oportunidad de convertir a mi madre en una preocupona que se lamenta de todo.
-¿y eso a mí qué?
-No, nada, sólo quería iniciar una conversación
(eso también fue un poquito cruel)