17.12.03

* las calles son angostas
* las banquetas son cortas. estas casi al ras del pavimento
* mismas lozas
* misma plaza publica, repleta de pueblo y gritos y comida chatarra para los domingos de fiesta, cuando acudes a la tienda departamental a dar el siguiente abono de la television o el vestido o la chamarra de piel que quieres o quiere tu hijo/esposa/padre/hermano para navidad
* ruido blanco. mucho ruido blanco
* misma indigencia. diferentes las sonrisas de quienes te piden una moneda
* mismo olor a diesel. diferente el olor de la piel. diferente aliento. igual de desagradable
* mismas grietas en las calles. mismas calles ondulantes. mismos senalamientos diminutos. mismas arquitectura colonial.
* diferentes cortes de pelo.
* una moda que trasluce su condicion de economia mediana
* un silencio enorme en torno a su pasado
* una manera muy quieta, sigilosa, de construir su historia inmediata
* comida que no estoy muy seguro si es muy buena o muy insipida. despues les comento
* un acento de lo mas irritante que puedas encontrarte
* un complejo de inferioridad
* una manera terrible de no escucharte mientras te estan escuchando
* el viento es muy pero muy agradable
* una raza que parece producto de incesto extremo

por lo pronto, esto es Santiago de Chile para mi.
hace unos diyas estuve pensando sobre todo este rollo de la democratización de las artes, en general, pero de la escritura literaria en particular.

Me llamo la atencion un comentario que citaron en el periodico Reforma, en un reportaje sobre la editorial Crunch! de Carlos Gutierrez V.

Alberto Chimal menciona (parece ser que sacaron de contexto la cita. pero en fin) que uno de los problemas de esta libertad que sugiere la escritura por medios electronicos no permite garantizar la calidad de la obra. Esto me parece absurdo.

En ningun momento puede garantizarse la calidad de una obra literaria, ya sea por medios impresos o a traves de una publicacion virtual. He tenido una infinidad de novelas adquiridas en los ultimos años que pueden atestiguar que el medio impreso no garantiza en lo mas minimo la calidad literaria.

pero veamos.

Publicar responde a una especie de "certificacion" de la labor literaria, la ultima y mas certera palmada en la espalda que el orden social le confiere a un autor. No tener obra publicada es arrastrar las sabanas de la infancia creativa, ya que la gente consideraria que por una razon no has publicado. la mas importante razon, siguiendo una logica que en estos momentos me parece ingenua, seria que no has publicado porque la obra no es buena. o que por lo menos no has "logrado formar una obra de peso", digna de certificacion.

digamos, entonces, que toda obra publicada paso por el escrutinio riguroso de quienes se dedican a este negocio, el cual consistio en valorar el trabajo que uno propone. esto puede darse por medio de concursos literarios, o incluso la posibilidad de ser descubierto por una editorial que busca nuevas propuestas, o propuestas que continuen con un modelo o tradicion o moda establecida.

sabemos muy bien que eso no es lo que ocurre.

recuerdo el prologo de una antologia de todos los cuentos que, hasta 1985, habian ganado el premio san luis potosi. la tesis principal era la siguiente: LOS SEGUNDOS LUGARES SON MAS INTERESANTES. El autor del prologo, no lo recuerdo, pero sostenia que muchos de los autores que habian ganado este premio ni siquiera continuaron con el oficio, y que muy posiblemente las obras que quedaron seleccionadas en las ultimas rondas de deliberacion tenian un mayor grado de calidad.

como fue que se otorgaron esos primeros lugares?

a veces es suerte. la suerte tiene mucho que ver en la posibilidad de publicar.

y si nos vamos a "golpes de suerte", existen escritores en el medio que no desean tomar tales riesgos. es entonces como se crea un "campo" (planteamiento de Pierre Bordieu) del cual surgen las propuestas literarias. estas fuera del campo, dificilmente seras "descubierto"

si no eres descubierto, pueden suceder cosas interesantes: primero, puedes convertirte en el diseñador de nuevas propuestas a partir de medios alternativos de difusion de tu trabajo. esta es la larga historia de quienes rompen esquemas; segundo, puedes convertirte en un amargoso que culpa las circunstancias y los circulos cerrados del campo como responsables de no poder sacar tu obra a la luz de los lectores; tercero, puede ser una buena leccion: no entras al campo porque, ahora si, tu obra se encuentra en ciernes. todas estas posibilidades son intercambiables. Hay quienes toman varios de estos caminos al mismo tiempo.

hay otros que deciden hacer del discurso "quejumbristico" un modelo para presentar su obra. el campo se siente mal, porque desde su diseño, pienso yo, no necesariamente se acuerda a cerrar filas, sino a establecer lazos de comunicacion. se otorgan premios de consolacion, se observa al autor desde su trinchera como si fuera un animal enjaulado que ofrece visiones o percepciones novedosas de la realidad.

si se fijan, NADA DE ESTO TIENE QUE VER CON LA CALIDAD DE LA OBRA.
si juegas baraja con cartas hechas de fuego
cuida de tomar sólo las esquinas
deja que tus ojos caminen despacio por la mirada del contrincante
blofea sólo cuando creas que puedes inmolar al prójimo