Tiempo e
intemporalidad
en la música de Rubén Tamayo (aka Fax)
en la música de Rubén Tamayo (aka Fax)
Fax.
Silda EP
(Static
Discos)
Diahgonal
(Stasis Recordings. Solo Vinil)
Podemos
encontrar una cantidad de misterios alrededor del nombre de Silda. Nos refiere
tanto a una isla localizada en la municipalidad de Vågsøy en Noruega, en donde se
gestó una batalla entre el Reino Unido y el Reino de Dimamarca-Noruega durante
las guerras napoleónicas, cuya fortuna asume el recuento de los mitos; nos
refiere también a un personaje conocido como Silda la Inadvertida, una
vagabunda nórdica experta en robo de carteras y que aparece en un juego en línea
llamado The Elder Scrolls. También la
encontramos como una especie de mariposa nocturna. Silda es una palabra dulce pero misteriosa,
fría pero llena de secretos íntimos. Silda es una mujer y un lugar, un tiempo
que es el espejismo de todos los tiempos y ninguno. Es el nombre, la palabra,
la evocación perfecta para el último lanzamiento de Rubén Tamayo, alias Fax. A su
vez, se convierte en la sirena que nos desvía del camino que emprendemos al
momento de escuchar su segundo lanzamiento de la temporada, hecho bajo el
seudónimo de Diahgonal.
A
diferencia de las producciones anteriores de Fax, Silda abandona tanto la brillantez
como-de-paleta-plateada de Circles (2012)
y el juego de contrastes dramáticos instrumentales de Constellation (2015) apostando por una unidad que, desde el inicio
hasta el final de su breve trayectoria, nos coloca en una intemperie extendida
de meditaciones sonoras, concentrando las exploraciones con una mayor sutileza,
como un buque a la deriva, una isla despoblada, icebergs que flotan sin rumbo
definido, arrastrados por una marea que crece y crece hasta que el hielo se
funde con el mar. La sensación me remite a una frase del compositor Arvo Pärt,
cuando se refiere a las composiciones musicales como un devaneo entre el tiempo
y la intemporalidad. Música que se siente al mismo tiempo ancestral pero solo
posible en el presente, como una leyenda contada por viejos héroes de batalla
que se pasa de generación en generación, pero que en su relato vuelve a
sentirse su vibra épica en el ambiente. Los ritmos son más lejanos, las secuencias
más tenues, la presencia de instrumentación análoga más quirúrgicamente
vinculada a la tridimensionalidad sonora digital, estilísticamente una refinada
fusión entre las derivas del minimal techno, el ambient de la década de los
noventa y las aproximaciones formales del post rock, y que ha llegado a su
cúspide en lo que yo considero es una de las piezas más sublimes que haya
producido, la puerta de acceso al mundo de Silda,
titulada “Bandini”.
A su
vez, como un ejercicio de reinvención sutil pero no desbocado ni caprichoso ni
mucho menos bipolar (como sucede con otros artistas que se cambian de disfraces
musicales como si fueran modas de temporada –primero folk, luego hardcore punk,
luego electronica dócil para
elevadores de malls vacíos), Rubén Tamayo expande su paleta plateada con
Diahgonal, una propuesta que me devuelve un poco a la sensación policromática y
veraniega que me produjo Circles la
primera vez que lo escuché. Aun cuando podemos encontrar algunos vínculos con
la sobriedad formal de Silda, es en
Diahgonal donde Tamayo se desplaza más ligeramente por distintos registros
electrónicos, una suerte de “modelo para armar” que engendra puntos de fuga
hacia el ambient, el minimal, un IDM extirpado de los repetitivos (y en
ocasiones irritantes) beats que el género se robó del hip hop, para crear una
serie de pequeñas pinturas de orquestación impresionista, una propuesta menos
densa que Silda, con algunas
incursiones hacia la clase de elegancia dramática que encontramos en la música
electrónica de los ochenta.
A estas
alturas, Rubén Tamayo ya puede partir de sus propias referencias, de modo que tanto
este EP como Diahgonal pueden
escucharse como la integración de sus exploraciones con los códigos sensibles
de la música contemporánea, (desde sus orígenes a principios del siglo XX hasta
la infinidad de giros que ha tomado conforme música y tecnología se han
hermanado para redefinir el sentido del lenguaje sonoro) en torno a un “estilo”
que Fax ha moldeado hasta hacerlo propio y distintivo, a lo largo de una
trayectoria que lo identifica como uno de los estandartes de la música electrónica
en México (y el mundo).