3.3.05

A veces es bueno llegar a un plano en el cual ya ni siquiera te reconoces, desde el cual los comentarios que tienes sobre tu propia persona, son un invento o una simulación, y de pronto el personaje que eres se convierte en otro personaje, en uno que no quieres ser pero que de todos modos terminas siendo.

Acostumbro jalar con los dedos el lóbulo derecho. Más que un jaleo, es como un pellizco. Después de un tiempo, se va formando un callo, que por la misma ansiedad sigo pellizcando. Hace un par de días me vi en el espejo, y fue chistoso descubrir que el lóbulo ya está un poco deformado.

Lo mismo puede decirse de un gesto que he mantenido por más de cinco años. Al igual que el pellizco en la oreja, acostumbro morderme la comisura interior de mi labio, del lado derecho también. Cuando me vi en el espejo, me di cuenta también que la mitad de la cara la tengo como que más "jalada", debido a la inflexión muscular que produce la mordedura.

Cuando los gatos dudan, tienden a bañarse con la lengua.