11.12.07

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No puedo hacerlo más que en este momento. Ninguno otro, ninguno otro en ningún momento podré escribir lo que en este momento escribo. Es sólo pasajero, entonces, no el sentimiento sino la manera cómo se despliega el mismo en palabras, mismas que surgen como memoria inmediata en una hoja inmediata en una hoja de “papel.”

Me encuentro en medio de las cosas que simplemente suceden. Me encuentro rodeado de vida. Soy tan pasajero y tan presente, tan eterno y tan efímero, y la vida es tan frágil, que la composición de las cosas pudo haber sido otra. Es sólo cuestión de tiempos y movimientos. No sabemos de qué sabores y presencias están compuestas las cosas que nos ocurren. Terribles accidentes felices. Ayer me encontré a una persona que pedía dinero, segundos después, no me la pude haber encontrado. Puede que se hubiera entretenido con otro carro y el semáforo en verde y ya no pudimos tener contacto. Lo mismo sucede con las sonrisas, con las conversaciones encontradas cuando atraviesas el corredor de un bar restaurant y de pronto las palabras pueblan un espacio reducido donde todo tiene un sentido frágil, como las copas con agua que ponen en los restaurantes caros, las que llevan una rodaja de limón que flota. Pudo haber sido otra rodaja de limón la que ves. La del tercer limón cortado de la noche. Pudo él pudo ella haber tomado un trago de la copa, pudiste no haber visto la rodaja de limón. Pudiste haberte distraído y es por eso que la rodaja y luego el centelleo de luz y luego el escuchar una voz pasajera en ese sitio sin sitio que de pronto dice “Ya no puedo más”, y cuando menos te das cuenta…ahí está. El arma desenfundada, y corres hacia donde haya protección. No más. Tu brazo está sangrando…

Me encontré en un bote de basura este texto, no tengo la menor idea quién lo escribió o en qué circunstancias lo hizo; si se trataba de una meditación sobre eventos pasados o simplemente un ejercicio de ficción. Deliberadamente críptico y lleno de vacíos. Podría descifrarlo noche y día. Podría no hacerlo. Pude no haberme asomado a ese bote de basura, pudo no haberme llamado la atención el manuscrito apresurado y a la vez meditado de quien escribió ese texto. No sé de quién es. Pudo haber sido mío.