13.10.05

Alergias urgentes.
El mundo nunca se disculpó por la Santa Inquisición.
Danton, mientras su cabeza estaba a punto de caer en la sangrienta canastilla, no quitó su mirada de la mirada de Robespierre.
La lucha proletaria comienza donde terminan las calles pavimentadas, sobre todo al caer la tarde.
Habemos quienes pensamos a veces en la guerra secreta que los mosquitos han iniciado en contra de la humanidad: no hay nada más subversivo que establecer redes insólitas de comunicación entre sangres infectadas.
El discurso de Debord es el "getaway car" de la dialéctica llevada a su conclusión más absurda. Foucault es el mecánico que llenó de booster el motor, Deleuze y Guattari son las entrañas del automóvil.
Los niños son los mejores espectadores de arte conceptual, pero los peores espectadores de fotografías periodísticas.
Los músculos y sus reflejos entienden mejor las contingencias y el caos que un profesor de MIT.
Hay una sutil diferencia entre un "wet dream" y el salto de la imaginación.
Después del padre tiránico del siglo XX, el proyecto del mundo cae en manos del discurso esquizofrénico del padre sin dios.
El arte contemporáneo es puro escombro visual, entre la pesadilla y el olor a muerte. El único escombro cósmico está en el Gran Vidrio de Duchamp.
Nunca se olvidan los remordimientos iniciados en la escuela primaria.
Nada más emblemático que un cabello rizado prendido a la rama de un árbol.