29.5.06

"I've spent my life trying to understand/ Just how my life got to where I am"

"Beanbag Chair", Yo la Tengo

26.5.06

Desmond Dekker, padre del ska, fallecido el pasado jueves 24 de mayo. Sentido personalmente, ya que he sido desde hace mucho tiempo aficionado del ska, sí, aquella musiquita agradable que a) muchos tienden a gustarle hasta que "descubren" el reggae; b) otros consideran pedestre y caricaturesco.
No obstante, el ska, así como el soul, el blues, el be bop, el pop británico y porqué no, el mismo reggae, es una de las formas artísticas más importantes del siglo XX.
Uno sólo necesita escuchar "The Israelites" para darse cuenta de ello. O "Mirror in the Bathroom" de English Beat, "Message to You, Rudy" de Specials, o prácticamente el 80 por ciento de la música rock que surge de Argentina para darse cuenta de la influencia no declarada que el ska ha tenido en la música.
Hasta "O Bla Di, O Bla Da" de los beatles hace referencia a esta música.

25.5.06

Eres, Luz, olor a medianoche, sonido de calles vacías, vino escanciado en copa que se ofrece a la luna, luna de brillo insospechado, caricia a las tres de la tarde, una mirada siempre pasajera, el tacto del pie descalzo en la arcilla, plática cerrada al compás de las olas. Silueta, muda silueta, sonrisa, muda la seducción constante del sonido de una voz que no se escucha o que no se puede imaginar al momento de ser escuchada. Eres la huella de una emoción encontrada a mitad del camino, o el árbol bajo el cual reposo y cierro los ojos para descansar, para pensar en todo lo que emanas.
Luz vaso de agua a mitad de la noche, o dedos mojados que tocan el espacio brevísimo entre el lóbulo de la oreja, y una nuca que siempre simula en su trazo al desierto, ojos que se reconocen desde eso que llamamos el principio de los tiempos. Llovizna a las tres de la madrugada, una morada en el camino donde se resguardan los sueños, el medroso andar de una mesera de cafetería matutina (ahí donde el café sabe al dibujo de tus caderas), baile desértico, un solaz para el que cae en sensiblerías, la frialdad de un hombro que pasa de lado sin musitar el más mínimo gesto de reconocimiento, banca de plaza donde han reposado historias de amantes y desamados, sirena inscrita en arenas concretas, vuelo de cabellos a la distancia, beso arrojado en un viaje por carretera, beso anónimo, beso siempre anónimo que se queda en mi mirada. . .


Luz, descanse en ti mi reverencia constante

19.5.06

Bruno Vidal (Chile, 1957):
En un pequeño departamento de Providencia adornado con un crucifico, una foto de Jaime Guzmán y otra de un militar asesinado el 11 de septiembre de 1973, José Díaz imparte clases particulares de leyes a alumnos terminales, o sea, a tipos que ya han reprobado el examen de grado una vez y que ahora quieren irse a la segura. Díaz además es estudiante de psicología por las noches, amante del western clásico, admirador de Pinochet y lector todoterreno. Como poeta ha publicado dos libros, siempre con el seudónimo de Bruno Vidal. Arte marcial (1991) remeció la escena local con versos como "Un poeta maldito/ no se corta las venas/ se baña con la sangre/ de los caídos". Y Libro de guardia (2004), dedicado a los conscriptos del '73, confirmó su estética excéntrica y extrema, que juega con los contrarios: izquierda y derecha, arte y milicia, tributo y sarcasmo. En Arte marcial, personajes reales - Cecilia Bolocco, Roberto Merino y Juan Dávila- dialogan con otros inventados, como el caído en la refriega, Lalo Becerra, o la prostituta y poeta Zulema Alemparte, quizá alter ego del propio Vidal. En el Santiago del toque de queda, algunos se sienten constantemente amenazados, mientras otros se refugian en prostíbulos baratos para gozar, sacar información o aliviar la tensión post-torturas. Su segundo libro pone el acento en la represión posterior al Golpe. El lector se entera de toda la cadena del horror - seguimientos, interrogatorios, torturas y desapariciones- por el diálogo de los conscriptos o de unos pocos sobrevivientes. Con menos matices, este volumen cristaliza el proyecto de Vidal ("LA POESÍA ES UN ARMA DE SERVICIO") y conserva el humor negrísimo: "No me quebraron en la Isla Quiriquina/ No me quebraron en el Estadio Chile/ No me quebraron en Tejas Verdes/ No me quebraron en la Colonia Dignidad/ No me quebraron en Villa Grimaldi/ No me quebraron en la Academia de Guerra/ No me quebraron en el Regimiento N 25/ No me quebraron en la Quebrada del Buey// LOS CIVILES ME FASTIDIARON EN LA VIDA// COTIDIANA". Los libros de Vidal no están en librerías, porque el autor prefiere regalarlos. La editorial, de su entera propiedad, se llama Alone.

18.5.06

Leslie Feist. No solamente se trata de una integrante de Broken Social Scene (para aquellos que han escuchado a ese grupo, ella es la de la voz temblorosa, preciosista y sublime de canciones como Cause=Time y 4/7 Shoreline), sino de una venerable chanteuse que rompe el corazón al tiempo que lo remienda. Sensación similar a la de escuchar al grupo Stars: música para después del terremoto emocional, ahí cuando te das cuenta que volverá a suceder, y terminas sonriendo contigo mismo, una especie de imaginaria palmada en la espalda, ahí cuando te das cuenta que seguirán despedazándote. . .pero que no importa.
Feist. No sólo dan ganas de casarse con ella, sino también de dejarla escuchar una y otra vez, ver su vida de la misma manera que uno deja correr el CD en "repeat", que te acompañe durante el día, el trabajo, los recorridos automovilísticos por las noches en medio de la guerra de fin de semana.
Por otro lado, dan ganas de tenerla en seguida de la cama a la mañana siguiente, y despertarla con una tierna mordida en el lóbulo de la oreja derecha.
you've got to die
you've got to learn how to die
if you want you want to be alive.

Wilco- "war on war"


Hello emptiness
I heard you're all right
I heard you're all right. . .I heard of you

Destroyer- Looter's Follies

15.5.06

6000 tropas de la guardia nacional se instalarán en la frontera de México y Estados Unidos. Guardarán toda proporción y se someterán a servir como imagen de defensa sintética, una protección con rostro humano que difiere la atención a la temática central de la situación fronteriza. ¿Cuál es esta situación? Seres humanos cruzan un cerco para conseguir empleo.
Eso realmente ya no importa.
Independientemente de las "resoluciones" al interior de un gobierno como el que hoy vive los Estados Unidos (fundamentalismo de visión chata, fanatismo religioso de protestantes que perdieron toda lógica de discurso, perdidos en el espacio, bla bla bla, me aburro pensando en figuras que no sean más que circunloquios de lo mismo: Estados Unidos tiene el gobierno que pone de manifiesto la caída del imperio (e incluso esta palabra abaratada por el discurso izquierdoso me produce la misma molestia)), con respecto al papel que juegan los mexicanos y latinoamericanos en la economía de dicho país --que de eso se trata realmente-- debe tenerse en cuenta que la inmigración es una situación histórica. Es el único argumento sensato hoy en día. Y dicha situación histórica no es privativa de nuestros tiempos: es como se ha forjado la cultura en América.
Es una de las esencias de la vida de la cultura en el continente americano. Nos define la nomadía, el traslado, la traducción, lo que no hace mucho tiempo le llamaban sincretismo. Sincretismo en la producción, traducción de producción, producción de la cultura americana en todos los espacios geográficos. En América (sí, desde Canadá hasta Argentina, que no quede duda de eso) no podemos evitar producir sentidos a partir de nuestros procesos de traslado y traducción, de mercancías, cuerpos, iconografías, modas, mitos, ideas, ideologías. . .
El Padrino es una de las historias del american way of life más representativas que puedan haber, y no podemos negar que se trata finalmente de la producción de sentidos que la cultura italiana le dio a su proceso de "americanización" (que no es, por así decirlo, "agringamiento"). Don Corleone es un migrante, igual que algún posible magnate mexicano que ahorita tenga una cadena de restaurantes (imagino nombres como Pepe's o Pancho's). La única diferencia (y recordemos que ambos provienen de familias católicas) es que el restaurantero que te vende un buen plato de arroz rojo agringado no se dedica al . . .mhmmmm. . .
al narcotráfico.
¿Será acaso que la cuestión tiene que ver con el control que los narcotraficantes tienen del sistema actual? ¿Acaso temen que un posible mexicano se convierta en el productor de sentidos del nuevo american way of life que produjo un personaje ficticio de la no ficticia mafia italiana, por antonomasia --y junto con los judíos y la cultura del entretenimiento, pero temo que luego esto se interprete como un alegato más sobre grupos raciales-- los forjadores de los Estados Unidos que conocemos hoy en día? (¿quién creen ustedes que construyeron esa grandeza, ese excelente producto del siglo XX llamado el freeway? sí, la mafia italiana)
Pero no se trata de una teoría de conspiración aquí. Se trata de averiguar el tipo de modelo cultural que se viene, en menos tiempo de lo que imaginamos. El tiempo en el que los Estados Unidos se encontrará en las mismas circunstancias --culturales, económicas, políticas, sociales-- que el resto de América. Viejas guardias Beware!!! ya no se puede pensar en Estados Unidos bajo los mismos términos: el Tío Sam, Elvis y Marylin Monroe ya no tienen el más mínimo peso del que llegaron a tener. Más que ser iconos vacíos, son iconos perdidos en la vastedad del imaginario actual. Los invito a que los busquen en google para que se den cuenta de esto.
Y el modelo cultural que nos sigue está definido por la cultura que prevalecerá en Estados Unidos. No sólo en el sentido de quiénes son más en dicho país. Más bien se trata de averiguar quiénes son peso y sustento del espectáculo. El fundamentalismo religioso que pervive en Estados Unidos no es más que una burla; aquello que realmente detenta el poder --una especie de Golem, un innombrable, un algo que de alguna manera vomita escenarios futuros a partir de remiendos que hace en el aquí y ahora-- busca generalmente que se concilien las aguas y que surja un poder económico que supla el sentido del orden. Orden moral, orden político, orden de producción de sentidos, orden simbólico que en algún momento lo definió aquello que llamábamos imperio pero que ahora muestra las costuras y está haciendo un llamado a que el próximo grupo que se encuentra "fuera de la ley" asuma su puesto y dirija al rebaño.
Si nos apegamos a verlo desde el sentido histórico (que por supuesto que hay otras maneras de verlo) las verdaderas revoluciones son el resultado de una bola de barbajanes que decidieron cambiar el modo como se organizaban las cosas. Lo hemos visto en Atenas, lo hemos visto en Roma, lo hemos visto en Bizancio, lo hemos visto en Florencia, en la Francia revolucionaria. Lo vimos en 1900 cuando William Randolph Hearst le dio un manazo al presidente en turno y le recordó que, pues, era un simple presidente en turno. Tan así que en estos momentos no recuerdo su nombre. Sí me acordé del nombre de Hearst.
¿6000 tropas de la Guardia Nacional reforzarán la frontera, proporcionando elementos de logística para que ahora sí no se les escape ni un solo incauto?
En alguna parte de la zona fronteriza, esto es lo que realmente está sucediendo, lo que realmente preocupa:
hay un par de tipos, entrenados por algún miembro de una de las mafias más poderosas de México, sentados en sus sillas y observando desde un monitor cada uno de los pasos de un grupo de agentes que se encuentran cercanos al cerco. Del otro lado del cerco, este otro par de tipos --miembros de alguna de las confusas agencias de seguridad de los Estados Unidos-- está haciendo exactamente lo mismo. Ambos pares se observan, noche y día.
Están esperando que surja la siguiente movida.
Nadie sabe qué va a suceder.
Y yo por eso me quedo con el día a día. Hoy amaneció fresco, pero poco a poco comenzó a sentirse el calor. Recibí un grato mensaje de felicitación de una mujer a quien amo profundamente. Mi padre piensa poner una nueva puerta en el departamento que quiere rentar. De seguro, no muy lejos de donde vivo, aquella mujer indígena que vi en la esquina de un OXXO está comprando el desayuno para su hijo, a quien trae --como bien sabemos-- colgado a su espalda como una continuación de ese pesar que lleva en el lomo y es la pérdida de identidad en un mundo que ya no la reconoce.
Y también se vivieron otras, muchas cosas. Vi el tono verdoso de unos yucatecos mezclarse con ese azul profundo del cielo mexicalense, que siempre es un deleite observar. No dudo que una buena docena de mexicanos pasaron indocumentados a Estados Unidos. Perdidos en su propio anonimato, se metieron a un 7 eleven y compraron un Big Gulp. No sabría decirles la cifra del número de niños que nacieron el día de hoy. O el número de besos que se propinaron amantes, conocidos y extraños.
La vida sigue. Sí. No obstante. . .algo me dice que está a punto de cambiar. No dejo de pensar en el cuarteto de monigotes que se observan desde monitores.

8.5.06

Es algo así como sublime, la razón por la cual uno escucha música, la razón por la cual uno se atreve a escribir y encontrar referencias a momentos específicos en la vida que pueden describir la música de Beirut. Acaban de sacar un disco titulado The Gulag Orkestar.
Es una sensación similar a la que tuviste al final de la película Amelie. Es como cuando tienes un recuerdo de la infancia demasiado lúcido, que te produce escalófrío, nomás por recordarlo. Es el recuerdo de una abuela, o quizas la presencia lejana de una anciana que camina silenciosa a la orilla de un camino.
Aquello que te hace sonreír y llorar al mismo tiempo, como ciertos pasajes de las novelas de Vonegut, o el final agridulce de Brazil. Es el origen de unas raíces, de una sangre que perdiste en el largo transcurso de tu sangre por la historia, sensación similar a ese llanto que se produce cuando cierta gente escucha flamenco. "Postcards from Italy", se escucha como una canción de los veinte, cantada por un crooner anónimo que no puedes dejar de escuchar sin el sonido basuroso de un disco de vinil, pero cuyo canto entra en una dimensión desconocida, donde es acompañado por trompetas de mariachis que se convierten en trompetas de balalaika y que, al momento que lo escuchas, lo único que puedes hacer es quedarte viendo la pantalla, la ventanilla del blog en el cual estás escribiendo estas palabras.
Es una sensación similar a la que se tiene cuando se imagina uno el soundtrack de La Odisea, o mejor de Las Mil y una Noches. Algo similar a cuando escuchas una música tan íntima que te produce una combinación entre ternura y un poco de pena ajena. Es similar a no dar crédito por ese "algo" que tiene cierta música que desafía cualquier categoría. Y de nuevo: es la razón por la cual yo no escucho el radio local, ni me quedo atorado con la música que supuestamente debería escuchar a mi edad.
Es la razon por la cual detesto que me pregunten, Y que musica es la que te gusta??

5.5.06

porque digo. . .esto se tiene que hacer, y porque soy lo suficientemente pasivo-agresivo como para presentarlo en un blog y no decirlo cara a cara. . .

Esto es para ti, L. :

Te descubro en el momento
de una mirada que me devuelve
a cientos de miradas tuyas
te descubro en medio de una silueta de incienso
(sueño de una noche inquieta)
y mi imaginación dibuja tu vuelo
dibuja tus ojos
igual que siluetas
igual que el vuelo de un pájaro
alrededor de un jardín exaltado por su aleteo
sólo me detengo a mitad del viaje
para observar con calma
el baile silencioso de tu cuerpo
ahí donde el arroyo dibuja palabras que sólo se pierden
cuando el agua desvanece
y sólo puedo observar
sólo puedo en la calma de la mirada dibujar
un algo como agua que no se detiene y se escurre en las manos
mi desfallecer
(palabra inútil que describe lo inútil)
es el alimento de una mirada muerta
que unos llamarán melancolía
pero yo llamo vivir con la idea de ti.

4.5.06

Por allá en los años sesenta, los mods destruían los locales de su vecindario simplemente para ver cómo sonaba el vidrio del aparador mientras era derrumbado a patadas.
Los que acompañaron a Robespierre a La Bastilla iban con un propósito y sólo con un propósito: echar desmadre, sin esperar nada de ello, más que la simple pureza del cambio.
Estoy completa y afortunadamente a favor de la desobediencia civil. No me juzguen si lo que van a leer a continuación suena como si estuviera en contra de los levantamientos que vemos en Atenco, y que veremos en varias partes del país. Lo que pasa es que no me la creo. Porque no nos queda la desobediencia civil.
No nos queda la desobediencia civil. Esto es, no "nos queda", no se acomoda como acción, sino más bien como una suerte de actitud de catarsis ante una realidad que siempre se nos hará injusta. Nos encanta a los mexicanos ese melodrama que resulta de levantarse como pueblo y armar un relajo. Es por eso que nunca se han dado los revolcones sociales que surgieron en otras partes de latinoamérica. "No nos queda" la rebeldía. ¡Aaaaaah, pero qué buenos somos para armar un escándalo, escenificarlo en toda su manifestación y gloria, junto a los rostros sangrados y los testimonios de la vieja de la tienda que habla por todos frente a la cámara y con su articulación fragmentada de ideas nos dice que ya no se puede tolerar más tal o cual situación!
la desobediencia civil comienza con una sospecha, la sospecha de que el orden social nos está tomando el pelo, nos está haciendo güeyes, pero sobre todo, por la sospecha de que no hay coherencia entre las acciones del orden social y lo que dicho orden proclama, precisamente, como orden.
la desobediencia civil no comienza con la espera al momento adecuado para iniciar un catártico movimiento que pueda aparecer en televisión. Y aun cuando no estaba la televisión, el mismo hecho de escenificarlo, como si la historia estuviera escribiendo los hechos trascendentales al momento que ocurren (por favor, la historia no se escribe en tiempo real, ¿cuándo lo vamos a entender los mexicanos? (nunca))
La desobediencia civil es, primero que nada, DESINTERESADA. Sí, acepto, los medios nos venden la idea de que hay intereses detrás de los levantamientos, las protestas, las quejumbres de un pueblo mortificado por la situación. Pero seamos sinceros, el mexicano no tira la piedra hasta que se asegure que obtendrá algo a cambio.
La desobediencia civil es el acto de tirar la piedra simplemente por tirarla, nomás pa' ver qué pasa. . .

3.5.06

necesito una mejor casa para comerme las uñas. otro reloj para encontrarme con alguien a la hora exacta en la que sale el sol. necesito volver a ver unos ojos que conocí desde principios de año. necesito dinero. un poco de cambio en el bolsillo. dólares. necesito el blanco y negro de los días mojados en otro país, ese que se dibuja en la comisura de los labios. necesito un par de zapatos, dos camisas nuevas, un poco de shampoo, una película de los cincuenta. panavisión. necesito arreglarme un poco, volver a sumir las mejillas como la fotografía de Proust que aparece en todas las ediciones de bolsillo de En Busca del Tiempo Perdido. necesito un chicle. necesito reconocer el olor de los mocos, o quizá uno de esos bailes que de pronto le ocurren a tu cuerpo en medio de una boda. necesito amor y un poco de la lata de tener que quitarte maquillaje del cuello al día siguiente, necesito verla a ella a través del espejo, contemplando con una sonrisa mientras yo paso un pañuelo mojado por mi cuello. necesito un programa de televisión que me haga reír, un amigo que cuente una buena anécdota sobre un encuentro sexual. necesito ver un poco más el cielo. de noche. ahí en el momento en que se aclaran las cosas y todo surge como venido de la brisa. necesito dos gramos de sal para esparcir en el suelo, para así tener una superficie rasposa por la que pueda pasar mis pies. necesito saber si las cosas realmente extrañas suceden los martes a las seis de la tarde. o si el encuentro que tuve conmigo mismo por la madrugada fue sólo eso: un encontronazo con todo aquello que llamamos pendientes y que no es más que la simple idea de que las personas venimos para necesitar cosas y realizar acciones que nos mantengan ocupados. necesito respirar.
--¿más? ¿necesitas respirar MÁS?
--sí.

2.5.06

sí.
es bonita,
no,
agradable la melancolía, sobre todo si te permite mantener la distancia, observarla a ella (es que si la vieran, si vieran a ella. . .) desde lejos, desde ese rincón, la mirada siempre un enigma para ti.
siempre una promesa que no,
que nunca, que no sería posible pero qué tal si sí. te permite poder pensar en la ternura sin sentirte como un niño, en deseos carnales sin sentirte como un depravado, en un romántico empedernido sin sentirte como romántico empedernido.
te permite la distancia necesaria para devolver la sonrisa, sin que ella sepa nunca que detrás de tu sonrisa, una historia se construye. una historia melancólica, no obstante,
y ni modo. ¿qué le vamos a hacer?
***
el disco Destroyer's Rubies es muy bello. es como muy probablemente sonaba Dylan para los oídos extrañados que por primera vez se enfrentaron a él.