13.7.09


Por afanes que (creo) sólo me competen a mí, les presento la entrevista completa a William T. Vollmann.

ENTREVISTA CON WILLIAM T. VOLLMANN

 

William T. Vollmann ha experimentdo más que la mayoría de los escritores durante todas sus vidas.

 

Ha visto a su amigo balaceado y muerto justo frente a él en una zona de guerra, ama a las prostitutas (y tiene una esposa muy comprensiva) y se sabe que ha fumado un poco de crack.

 

Su voz única produce una prosa hecha aparentemente sin mucho esfuerzo. Su producción es masiva e incluye un trabajo de siete volúmenes y 3,352 páginas, titulado Rising up and Rising down. Es como haber escrito la Biblia. Estuve con Vollmann en su cuarto de hotel en el Rex, de la calle Post en San Francisco, durante la gira de promoción para su libro, Europe Central.

 

Hablemos de tu proceso de escritura, tu proceso creativo. El material que produces es una buena cantidad. Supongo que escribes todos los días.

 

Oh, claro, absolutamente.

 

¿Por las mañanas?

 

Cada vez que puedo, mañana, tarde y noche.

 

Definitivamente tienes una voz singular. Para un escritor que va comenzando, ¿cómo es que uno puede llegar a ese tipo de voz, o cómo es que tú la adquiriste?

 

Creo que debes comenzar por lo que dijo Hemingway, escribir sobre lo que conoces, que normalmente es sobre ti mismo…y tratar de tener la mayor cantidad de experiencias que puedas y leer lo más que puedas para ser capaz de crear voces distintas y conocer más.

 

Hablando de experiencia, eres el rey de la experiencia en lo que se refiere a lo que has pasado, tu experiencia en las zonas de guerra, etc. ¿Sientes el impulso por buscar realmente esos extremos?

Bueno, siento que he aprendido lo suficiente como para ser capaz de escribir narrativa de ficción y de crónica al respecto. Sabes que Rising up and Rising Down fue algo así como mi trabajo de vida y pasé por todas esas zonas de guerra para poder explicar lo que pensaba sobre la violencia y ya hice eso. Cuando escribí Europe Central, fui capaz de imaginarme en las cabezas de algunos de estos personajes, en parte porque había tenido algunas experiencias de guerra yo mismo. No necesito hacer eso por estas razones, pero por supuesto lo haría si pensara que podría cambiar las cosas. Si pensara que podría ayudar a las personas que están en zonas de guerra o si pensara que podría ayudar a los americanos a entender lo que pensaba que nuestro gobierno estaba haciendo mal, entonces claro que lo consideraría mi obligación hacerlo.

 

Entonces tu trabajo es en realidad una manera de abrirte a la gente que no es capaz de tener esas experiencias y mostrarles qué es lo que ocurre en el mundo.

 

En cierto modo. Sabes que, con Europe Central, es demasiado fácil simplemente decir, “Ah, los Nazis fueron terribles, los estalinistas fueron horribles.” Y es verdad, pero, ¿a dónde vas después de eso? Si puedes descubrir la verdad más profunda, que no sólo es que fueron terribles, pero que, si yo hubiera nacido en aquel entonces, probablemente hubiera sido uno de ellos. Y aun si me resistiera con todo mi ser, aun tuviera las características de uno de ellos, sin importar lo que hiciera.

 

Así como en esta sociedad, todo mundo piensa que el dinero es el valor más importante…a tal grado que se ha vuelto invisible. Los padres le dicen a sus hijos, sabes que tienes que aprender a venderte. Claro que se indignan porque las prostitutas se venden, pero eso es lo que somos, somos una cultura de prostitutos. Es un valor completamente distinto que se sostiene por gran cantidad de gente en el mundo. Y una de las razones por las que no podemos entender a otras personas mejor es porque no podemos imaginar que no comparten ese valor. Pero no lo comparten. 

 

De modo que si naciste en el Tercer Reich, y todo lo que habías escuchado era que Alemania era la mejor y que los judíos eran muy peligrosos y venenosos y que los eslavos eran inferiores y esto y aquello, quizás pudieras, si eras en realidad compasivo y valiente, hacer a un lado algo de eso. Pero muy en el fondo, probablemente te seguirías sintiendo un poco bien por Alemania. Sabes que seguirías pensando, ah, Alemania es un lugar realmente progresivo y probablemente el resto del mundo es un poco primitivo. Eso es probablemente lo mejor que podrías hacer.

 

Hablando de prostitución, sí llegaste a vivir en el Tenderloin (distrito de San Francisco, una zona marginada de la ciudad) por un tiempo, o estabas haciendo investigación para tu…

 

Pasé buen tiempo en el Tenderloin, sí.

 

Especialmente con The Royal Family, ¿fue para la investigación de ese libro o para el de Whores of Gloria?

 

Así es, correcto.

 

¿Fue como una investigación, para ti, o sólo tratabas de vivir la experiencia y luego extraíste la creatividad de ello?

 

Bueno, quería ir para allá y aprender. No sabía cómo serían las personas cuando comencé a ir y traté de no tener prejuicios y sólo llegar y tener la experiencia y tomar notas y repetir el proceso, hasta que, gradualmente, conforme pasaban los años, comencé a ser capaz de crear personajes prostitutos. Es mucho más difícil crear un personaje ficticio que escribir acerca de una persona viva. Tienes que ver a muchas personas vivas de este tipo para poder construir a alguien que representa al tipo. Pero al mismo tiempo, no es sólo una concatenación de personas reales. Entonces, pues, es un gran reto.

 

¿Qué fue lo que inició tu necesidad por escribir?  

 

Siempre fui de esa manera cuando era un niño.

 

Con respecto a la inmersión y la investigación, ¿eso comenzó de joven o fue desarrollándose con los años?

 

Pues yo disfrutaba mucho leyendo, de manera que estoy seguro que es de ahí de donde viene. Soy muy feliz haciendo la investigación de estos libros; es muy emocionante para mí.

Tratas temas realmente serios, pero hay mucho humor también.

 

Hago lo mejor que puedo.

 

¿Qué sientes con respecto a tu ficcionalización de eventos históricos reales? ¿es esto una declaración sobre cómo la historia supuesta es una verdad absoluta, cuando leemos historia? 

 

Pienso que las historias literales son esenciales. Al mismo tiempo, pienso que una representación literaria de un evento histórico puede sacar a relucir otros lados, puede hacerlo de alguna manera más inmediato para el lector. Sabes que podemos leer cualquier cantidad de descripciones ocultas de lo que ocurrió en la vida del General Vasoff (personaje y persona histórica en Europe Central), pero siento que lo puedo volver real. La paradoja de la ficción, claro, es que haces que las cosas sean reales fabricándolas. Lo más importante es que te mantengas relativamente fiel a los hechos y decir, okay, si yo fuera esta persona, cómo puedo llegar del punto A al punto B y porqué. De esta manera, por lo menos, puedes inculcar una empatía temporal por el General Vlasoff y la gente puede de alguna manera seguir su carrera un poco y meditar sobre todas las paradojas que lo rodean.

 

He tratado de descubrir cómo es que un holocausto puede ocurrir, con una nación entera siguiéndola, pero después de leer Europe Central, realmente puedes verte realmente en la fiebre de todo lo que ocurre, con Alemania tratando de formar su propio nombre y la emoción de todo aquello.  

 

Todos siempre están buscando a alguien a quien culpar. Siempre es más fácil culpar a alguien más por tus problemas que resolverlos por ti mismo. Justo en este momento, por ejemplo, si tuviéramos un ataque terrorista que fuera, digamos, más grande en escala que el 11 de septiembre, digamos que una maleta nuclear explotara en Los Angeles, quizá no sea muy problemático para muchas personas en nuestra sociedad si pusiéramos a todos los americanos árabes en campos de concentración, como lo hicimos con los japoneses americanos. Eso puede suceder rápidamente. Si la gente llega a estar convencida de que hay células de Al-Qaeda en todas partes, y estos árabes americanos son muy peligrosos, sabes, probablemente muchos de ellos podrían ser asesinados. Puedes ver con qué facilidad pueden pasar este tipo de cosas.

 

Todo eso tiene que ver con una falta de información. Y la mayoría de los americanos son muy ignorantes, porque los medios simplemente le presentan Estados Unidos a los americanos, de modo que es lo único que conocemos. Por lo tanto, muchas personas no pueden distinguir entre un Sikh con un turbante y un Musulmán con un hajib. Entonces, cuando no tienes información y alguien de esta categoría ha hecho algo malo, es muy humano pensar que todos en esa categoría son peligrosos.

 

Esto me trajo a la mente tu retrato de las prostitutas, porque, sabes, en general, son vistas como menos, pero le otorgas mucha empatía a esos personajes.

 

Le tengo mucho amor y respeto a las prostitutas.

 

Y tratan de mantener las cosas en un plano genuino, y aparte, como dijiste antes, todos somos prostitutos en cierta manera.

 

Claro, están allá afuera para obtener lo que puedan, y se aprovechan de los tipos ocasionalmente. Les roban, les dan enfermedades, bueno, así es la vida, así es la gente. Y al mismo tiempo, hacen feliz a sus clientes, mantienen juntos los matrimonios, consuelan a la gente solitaria. Pienso que son muy, muy espirituales con lo que hacen.

 

Hablando de espiritual, especialmente al leer tu último libro, parte de éste se sentía como parábolas de la Biblia, ¿sientes esa influencia en tu escritura?

 

Definitivamente muchas de las historias son parábolas. Estaba leyendo “Operation Magic Fire” (un capítulo de Europe Central) anoche, en la librería Booksmith, y esa es la parábola del tipo que se hace responsable por todos, y entonces piensas, ah, es algo así como una figura de Jesús en cierta manera, excepto que él es absolutamente vil. Me interesa mucho la Biblia, no sólo en la Biblia, sino en muchos textos espirituales.

 

 

 

Escribes de una manera muy conversacional. ¿Te resulta fácil?

 

A veces puedo obtener un enunciado correctamente la primera vez. Otras veces, me toma unas cuarenta o cincuenta veces para que quede correcto. Todo depende. Necesita sentirse fácil y verse natural. Si no, entonces no tienes el toque y no lo estás haciendo bien.

 

En lo que respecta a los editores de la editorial, se jalan los pelos para que intentes cortar más de lo que…

 

Ah, claro, nunca corto nada que no quiera que corten. A veces me recortan las regalías como opción. Y eso está bien.

 

¿Te cortaron las regalías para Europe Central?

 

No, tuve suerte.

 

Las cortaron para The Royal Family

 

Sí, y también para Argall. Con Europe Central tenía una cronología al final. Una cronología muy detallada, básicamente desde un poco antes del nacimiento de Hitler hasta finales de la década de los ochenta, y con todo lo que tuviera que ver con los personajes, y lo que ocurrió cuando en la Segunda Guerra Mundial, y en la Primera y así…todo. Pensé que era importante, eran más o menos unas veinticuatro páginas. (La editorial) Viking me pidió que lo quitara. Lo pensé, y mi primera reacción fue decir que no, como siempre lo hago, y sabía que sólo querían que lo quitara para ahorrar en papel, y eso me encrespó. Luego o pensé y decidí que, como no formaba parte de los siete sueños, y de todas formas estaban las notas de fuentes, probablemente no era necesario, de modo que estaba bien hacerlo a un lado.

 

No siento ningún arrepentimiento y sí compacta el libro un poco, pero es muy muy taro que esté de acuerdo con las sugerencias de recortar partes de libros.

 

¿Has estado trabajando con la misma editorial para la mayoría de tus libros?

 

 

He trabajado con Viking para muchos de mis libros.

 

¿Cuáles son tus influencias, ya sean artistas o de otra índole?  

 

Me gusta Tolstoy, Lady Mira sake, Lautreamont, Hawthorne, Faulkner, las sagas nórdicas, esas son algunas de mis influencias.

 

¿Hay algún proyecto de periodismo en puerta?

 

Acabo de terminar de escribir algo para Playboy, con mi cámara de botón, de hecho, para mi libro Imperial Valley, veremos qué sucede después.

 

¿Cuál era el contenido de su cámara de botón?

 

Fui a un montón de fábricas, en México, maquiladoras, fábricas de Ford, para buscar si había maltrato a los trabajadores.

 

Y…

 

Había algunas cosas malas pero no tan malas como las hubiera esperado, de modo que eso fue bueno.

 

¿Fue cuando tuviste el problema de volver a cruzar la cámara de botón por la frontera?

 

Usé la cámara alternativamente en varias ocasiones, y tuve un problema en particular en enero. Me detuvieron en la border por cinco horas y llamaron al FBI y fui tratado como criminal.

 

¿Reconocieron quién eras, había algún fan entre los paganos?

 

No, se fueron y después de un rato dijeron, “Sr. Vollmann, descubrimos bastantes cosas sobre usted.” Yo dije, “Ah, muy bien, como sea.”

 

Hablando un poco más sobre las situaciones en las que has estado, en zonas de guerra en países u otras situaciones similares, ¿cómo lidias con el miedo? Sé que te han disparado, estoy seguro que hay otro montón de historias que puedes contar. ¿Cómo lidias con eso?

Pues, sólo tienes que tener tu mejor plan, como buen boy scout, y averiguar qué ocurriría hacer el mejor esfuerzo por protegerte por adelantado. Comprar el mejor equipo, hacer los mejores amigos, descubrir cuál es la mejor ruta, saber exactamente qué es lo que vas a hacer, luego, una vez que tienes todo esto preparado, tienes que confiar en tu plan y confiar en la gente que has escogido y estar abierto y ser flexible y someterte a la situación y sólo tratar de tener una actitud positiva, porque una vez que estás ahí, no puedes controlar mucho lo que va a suceder, y tienes que estar listo a morir. Y si eso ocurre, vivir con la esperanza de que no te quedas con muchos arrepentimientos. Y si no sucede, te escabulles para poder hacerlo otra vez.

 

No es tan malo. Sabes, la gente que escoge hacer eso, los periodistas, personas como yo, si algo nos pasa, se nos compadece menos que las personas que están atrapadas y no escogen estar en esa situación.

 

¿Tienes que estar bastante a gusto con tu propia mortalidad?

 

Claro, absolutamente.

 

¿No te da mucho miedo la muerte?

 

Pues, siempre da miedo y te llega tarde que temprano, y como te va a llegar tarde que temprano y da miedo, entonces, porqué no hacer lo que quieres hacer. No vas a ser inmortal rehusándose a tomar riesgos…Pienso que es en cierto modo liberador ser mortal, y en realidad, no puede ser peor que lo que ya es; por lo tanto, ¿para qué preocuparse?

 

¿Has tenido interés de los estudios cinematográficos por obtener los derechos de tus libros?

 

Sí, escribí dos guiones bajo comisión de dos estudios, pero nunca se produjeron.

 

Claro, ¿fue buena paga?

 

Sí, fueron como 20,000 por uno y 30,000 por el otro, de modo que no estuvo mal. Me tomó como cinco o seis horas para cada caso, y pues no me puedo quejar.

¿Escribiste un guión en cinco o seis horas?

 

Ajá.

 

¿Cómo?

 

Bueno, sólo corté todas las descripciones y en todos los casos donde hubiera diálogo, sólo añadí unos guiones y palabras en mayúscula y así fue la cosa.

 

Tengo amigos que escucharían esto y simplemente se encogerían. ¿Escribes en computadora o a mano?

 

Si voy a un lugar como el Congo o una zona de guerra, sería de locos cargar una laptop, ya que me la robarían, y no hay electricidad. Pero iré a Japón el próximo mes y me llevaré mi laptop.

 

¿Qué consejos les puedes ofrecer a los escritores que van comenzando?

 

Yo les diría que hicieran a un lado la fijación por ser publicados, porque esa es en realidad la preocupación menos importante. Si en realidad te importa escribir, debes hacerlo porque te hace feliz y debes ser igualmente feliz si puedes escribir algo que tú pienses que es hermoso y puedas dejar en un cajón y mostrárselo a las personas y ver cómo se emocionan. Eso es igualmente importante. Si puedes tener esa actitud, entonces nadie puede quitarte el placer. Tantas veces nos encontramos con escritores nóveles que ponen “copyright de” en cada página de sus manuscritos, y tienen tantas ansias por conseguir un agente y hacer esto y aquello. Esas cosas son irrelevantes. Es como si le preguntaras a un fotógrafo cuál es el mejor equipo y todo lo que importa es la imagen. Con la escritura, lo que más importa es la palabra.  

 

Tienes que pensar en las vidas tristes y los fracasos comerciales, que tantos grandes escritores han experimentado. Mira a alguien como Melville. Si eres aspirante a escritor, ¿quieres escribir Moby Dick? Claro. Bueno, si vas a hacer eso, eso quiere decir que estás dispuesto a aceptar no sólo el éxito, sino la pobreza e incluso cierta medida de desgracia por el resto de tu vida. ¿Puedes aceptar eso honrosamente? Si es así, quizá aun no seas un buen escritor, pero vas por el buen camino. Si tu asunto es obtener reconocimiento lo más pronto posible, entonces yo te preguntaría porqué, porqué querrías hacer eso, y si acaso la escritura te va ayudar a hacer eso. Y además, ¿vas a ser una persona más feliz al obtener dicho reconocimiento?

 

Tengo una revista en la web, y cuando me llegan esas propuestas que tienen el “copyright” en cada página, me doy cuenta que esos son los peores escritores.

 

Sí, ¿acaso no es triste eso?

 

¿Cuánto tiempo viviste en el (anteriormente mencionado distrito de) Tenderloin?  

 

Entraba y salía. Me quedaba en uno de los hoteles, a veces sigo quedándome ocasionalmente ahí. Sabes, me gusta el tipo de hotel, donde no tienes que comprar tu propio crack porque el humo del crack se escabulle por los muros del cuatro de al lado, y sólo tienes que disfrutar la fragancia.

 

¿Fumaste crack en el pasado?

 

Creo que diría que sí lo he hecho.

 

¿Y en verdad es tan bueno como dicen?

 

Es como si no hubieras tomado café en mucho tiempo, y luego te tomas un café muy fuerte. Es como eso, pero mucho más.

 

--tomado de la entrevista realizada por Tony DuShane