Es un pasaje crucial en la película de Memento: el personaje principal, Leonard Shelby (Guy Pearce), quien sufre de pérdida de la memoria a corto plazo, acaba de descubrir la naturaleza traicionera de Natalie (Carrie Anne Moss), cuando ella le explica lo que está a punto de hacer (usar la herida en la boca que acaba de recibir después que Leonard la golpeó al ser provocado, para fingir que fue golpeado por otro, de tal manera que impulsa a Leonard a cobrar venganza contra el agresor) y, mientras ella sale de su casa, Leonard busca desesperadamente una pluma o lápiz con qué escribir este dato para recordarlo inmediatamente después. Creo que a veces me sucede lo mismo, si no es que nos sucede a todos en este momento.
Me viene a la cabeza algo que, si no es depositado en un registro (libro de anotaciones, cuadernillo de notas de mi celular, este blog) es muy posiblemente que su persistencia se disipe en cuanto llega otra posibilidad, otra idea, otro flujo.
Y es que la memoria es flujo, una sucesión de imágenes y asociaciones que por medio de lenguaje llevamos a un plano en el que podemos distinguir entre lo posible y lo realizable. Muchas ideas, sin embargo, se quedan en el tintero, incluso, en el proceso mismo de confección.
Sucedió hace unos momentos, cuando venía en el carro y de pronto surgió esto: "Historia natural de las cosas que no suceden." Pegado a esta idea se encontraba al autor ficticio de ese título, ahora imaginado como libro: Seamus O' Reilly.