27.6.06

No estoy de acuerdo con aquellos que piensan que la postmodernidad no es nada más que la modernidad misma; de lo contrario, parte de los síntomas que se viven en la actualidad --nostalgia por un moralismo truncado, el interminable juego seductor de la ironía. . .(larga discusión, eh, paulette?), la estética convirtiéndose y luego tomando el lugar de la ética, etc.-- no nos señalaran que en algún momento hubo un modernismo, o mejor dicho, un programa modernista, con una visión propia, que incluso no podríamos descartar así como así.
y al mismo tiempo. . .me produce una suerte de náusea existencial pensar en la idea de una "postmodernidad perpetua" o de un "postmodernismo siempre presente". Ya que esto nos convertiría, como se ha señalado en distintos espacios de discurso, en una versión bizarro de la Edad Media.

2 comments:

Rodrigo said...

Me agrada vivir este trance. El mundo sin sentido, el malestar-trampa de la globalización. Es difícil. El retorno a los fundamentalismos y nacionalismos exacerbados en la vida diaria, en el vecino, del estudihambre que no ve para dónde. La incertidumbre posmoderna pues. Buscar respuestas a las murallas de duda.

Anonymous said...

yo tambien tengo muchas nauseas...