21.8.13

el insoslayable grito de denuncia e indignación

Tienes una tía que se echa unos pedos legendarios. En reuniones familiares, alrededor de una fogata, en la sala principal, siempre hay un momento en que todos pueden percibir en el ambiente el aroma de algo muerto. Puedes hasta sentirlo en la boca. Guardas esta experiencia en la memoria, y prosigues con tu vida. 

Creces. En ocasiones vuelves a toparte con tu tía, la pedorra. Sigue siendo legendaria en tu memoria la clase de flatulencias que ella despide. Pero debe quedar claro que no es cualquier tía. Aparte de un nivel de afectación emocional, debido a que reconoce su problema, puede decirse que es una tía de cualidades intelectuales y morales profundas, críticas, nítidas, en torno a todo asunto que acontece en nuestras vidas. Ha llevado una vida rica en historias y hallazgos. Puedes ver en sus ojos las lecciones de su experiencia. 

Tiene opiniones sólidas sobre prácticamente cualquier tema que le pongas sobre la mesa: historia, política, género, el lenguaje, las formas. Es una tía excepcional en muchos sentidos. Sus ojos se abren como dos cavernas iluminadas cuando apasionadamente habla de lo que le gusta y lo que le aterra de este mundo. 

Sin embargo, no importa cuán profundas, sensibles y delicadas sean sus ideas y sus opiniones, ella no deja de ser la tía que se echa pedos. Incluso, sueles hacer de lado sus reflexiones, con el afán de sacar a la luz que en algún momento de tu vida pudiste sentir un pedo de ella en tu paladar. Nada puede hacer para que cambies la percepción que tienes de ella. 

Más o menos es lo mismo que sucede con el arte contemporáneo. 


16.8.13


El ruido, la furia, el silencio y la nadaThe New Rage EP
de Fax. Static Discos, 2013

Antes de comenzar a hablar sobre las sutilezas de este EP,permítome decir lo siguiente sobre los artistas en Baja California: son excepcionales los casos en los que sus obras maduran, crecen, saltan de ese primer asombro (“¡Puedo pintar!” “¡Puedo componer música!” “¡Puedo escribir cosas padres”!), a un ejercicio más meditado, más proyectivo, y sobre todo, más vinculado al espantosamente enorme espectro de producción artística en el mundo. Podemos verlo en otras latitudes: músicos y artistas que en su proceso de exploración refinan el sentido y la pulsación de sus creaciones, y lo que en un principio había sido algo peculiar e interesante (Another GreeWorld), luego se convierte en eso otro que rebasa toda expectativa inicial (Thursday, oMusic for Films).  

Comienzo con esta reflexión sobre la maduración artística, porque es una de las cosas que más admiro del trabajo que ha hecho Fax desde 2002, una permanente extrapolación de los rumbos que ha tomado la música electrónica, vinculándose no sólo con el presente sino con la historia misma de los instrumentos de manipulación sonora experimental, una integración de las formas, pliegues y enjambres que toma y retoma de su entorno (y de la vasta colección de música que tiene archivada en su cerebro), y que si en algún momento fue una suerte de MinimalTechno/IDM que a veces pecaba de solipsismo (lo cual es más problema de la forma reduccionista del género que de su ejecución), ahora es una de esas experiencias auditivas en las que todo es distinto y a la vez conocido. El resultado es paisajista, cinemático sin convertirse en soundtrack de película inexistente, texturas flotantes, una aurora borealis en medio del desierto.

The New Rage es un retorno a la música experimental de sus inicios; de vuelta están los largos pasajes, las repeticiones, el ritmo desfragmentado del minimal, aunque mucho menos artificioso que en sus primeros discos, a mi parecer, ya que los tics y bips y booms que constituyen la base de esos beatstienen una cualidad más “orgánica” que en otras ocasiones. Hay una mucha mayor conciencia de la experiencia que emana de esos pliegues sonoros, menos intervalos de silencio, más elongaciones, pero sobre todo –y esto es lo que más me gusta del periodo fructífero de creación que está viviendo Fax—en esa cualidad organicista, podemos escuchar un corazón que palpita. Creo que la parte más importante de la música electrónica nace de ese ejercicio de conciliación entre la “frialdad” de las tecnologías usadas en su proceso, y la “calidez” de quien las ejecuta, un reconocimiento de que, en el código binario que forma parte del lenguaje musical digital, debe existir, por lo menos como ejercicio de resistencia, una cierta humanidad.

El disco comienza abruptamente en left field, con la pieza “Coma”, una suerte de marcha maquinal que es al mismo tiempo infierno y paraíso robótico. Lánguidos chillidos como de ave primitiva, un poco de suspense que deambula melódicamente, es la pieza más lúgubre y a la vez más juguetona que he escuchado de Fax.

Seguido de eso, tenemos lo que yo considero es la pieza destacada de este EP. “End of love es un oleaje sonoro que estalla, en cámara lenta, sobre horizontes expandidos, como si vieras uno de esos barcos embotellados que navegan en agua y aceite; inicia con unas cuerdas que pintan el vacío,como un largo paneo de película de Wim Wenders, mientras a lo lejos suspira un oboe. Poco a poco, se deja escucharescuchas los frágiles golpes de tambores y platillos, la introducción a un mundo sin tierra; debo precisar que la música se siente como si sugiriera entrar a tus oídos, noobliga, no jala abruptamente tu atención, persuade su presencia, y en medio de ella te encuentras, desolado, triste y meditativo. Y libre. “End of Love se siente las mismas veces como elegía y como relato melódico desamparado. La pieza siguiente, “Gravity”, hace que el desamparo se esfume, deje de permanecer en la conciencia.

Seguido de eso, entramos de lleno a territorio “ambient”. Pero no es cualquier tipo de ambient. A mi parecer, en piezas como “Home” y “The New Rage”, se manejan más elementos y recurre más a descodificar el lenguaje establecido por artistas como EnoRyuichi Sakamoto, Harold Budd, pasando por louniversos aurales de Four TetBoards of Canadaentre otros. No hay nada mejor para mí, que escuchar en sus composiciones la colección de discos que el artista guarda en ese walkman personal que tenemos en la cabeza.

Sin embargo, creo que entrar en el ámbito de las referencias sería encasillar lo que ocurre en este disco –trágicamente corto, ya que lo desearía eterno—en una serie de citas e influencias, tan proclives que somos los escuchas a desdeñar el proceso creativo con un “ah, se parece a X banda...”. Como lo planteo en un principio, The New Rage es un ejercicio de maduración, de búsqueda por edificar estructuras musicales más elocuentes, más precisas, menos impulsivas, quizá hasta más humildes, en el sentido dereconocer que estas piezas perviven efímeramente en los oídos de los escuchas contemporáneos. Ya que si bien todo se ha dicho, en el arte, en la música, en las ideas, lo importante ahora es decir las cosas con elegancia, con drama y contundencia, y en el mejor de los casos, como sucede en este disco, con un poco de sublimación.