Los usos del cuerpo
[para gritarlo desesperadamente por las noches en medio de la calle]
Esta
noche quiero hablarles del cuerpo
mi
cuerpo, tu cuerpo, su cuerpo, el cuerpo ajeno y el cuerpo de todos
el
cuerpo como huésped
el
cuerpo sangre
cuerpo
historia
cuerpo
vida entera
que
se entrega
al
mundo entero
hasta
que el cuerpo entero
descansa
y desaparece
suspendido
en el tiempo.
Lo
más maravilloso de un cuerpo es que puede nacer:
camina a tientas por los contornos informes de la realidad
observa
atónito a su alrededor
ahí
donde todo es posible
donde
nada es imposible
y
donde todo lo marca con un llanto o con una sonrisa
es
el cuerpo sueño
el
cuerpo que lo puede todo
y
de ahí en adelante
comienza
la aventura
el
dolor
el
placer
la
felicidad
la
angustia
el
amor y la muerte
de
ahí en adelante
tu
cuerpo te usa y tu usas al cuerpo
de
ahí en adelante
todo
es desde el cuerpo
puedes
cubrirlo de besos y saliva
puedes
estirarlo y encogerlo
arrastrarlo
y envolverlo en pliegues y hojas de árbol en otoño
puedes
darle cachetadas ligeras en las nalgas
puedes
cargarlo
verlo
a los ojos
a
esos ojos que por el momento lo ven todo sin ver nada
puedes
llamar al cuerpo para que venga
puedes
morderlo con delicadeza
puedes
ver cómo el cuerpo crece en su búsqueda por acercarse al cielo
puedes
dejar que el cuerpo vea las estrellas
puedes
dejar que el cuerpo se vea en el espejo
puedes
dejar que el cuerpo vea a otros cuerpos
desear
al prójimo
desear
lo propio
subir
a los árboles
y
al caer romperse una pierna
puedes
dejarlo sentado en una silla
o
dejar que el cuerpo corra cuesta abajo
cuesta
arriba
en
una planicie
en
un bosque
en
una pradera
en
medio de esos desiertos que nunca tienen nombre
puedes
dejar que el cuerpo tenga sed
que
el cuerpo tenga hambre
dejar
que tu cuerpo abra la boca para ingerir alimentos
fresas
carne
sesos
vino
cerezas
o
dejar que se seque tu boca con una hogaza de pan
o
dejar tu cuerpo con hambre
o
dejas abandonado a otro cuerpo para que muera de hambre
tirado
en el suelo, cuerpo sin nombre
una
imagen que corre el mundo
de
tu cuerpo sin nombre que muere de hambre
en
los desiertos sin nombre
de
esos lugares recónditos donde la gente nació para morir de hambre
o
puedes sumergir tu cuerpo en las aguas de un manantial
sumergir
tu cabeza hasta perderte
nadar
a contracorriente
o
en el fondo de una alberca
dejar
que el cloro impregne tu piel
salir
a tomar aire
¿recuerdan
lo fresco que es el aire cuando sale tu cabeza después de sumergirte en el
agua?
puedes
dejar que tu cuerpo camine
se
resbale
tropiece
se
tumbe al suelo
se
tuerza un tobillo
se
caiga irremediablemente en un barranco
puedes
esforzarte por volver a subir a tierra firme
escalar
esas piedras que te llevan a la cima de la montaña
sentir
una herida en tu rodilla
un
morete en el muslo
una
cortada en la palma de tu mano
un
golpe en el dedo meñique con la esquina de la cama
puedes
meter tu cuerpo en las sábanas y sonreír a plenitud después de un día hostil
puedes
acariciar al cuerpo ajeno
el
cuerpo deseado
puedes
besarlo
¿qué
extraños son los besos, no?
¿qué
hermosos son los besos, no?
labios
mordidos
labia
mordida
el
olor de una nuca que resguarda todo el sentido de tu historia
puedes
escuchar el latido de otro corazón
luego
el tuyo
luego
el de otro
y
de otro
y
puedes poner la palma de tu mano en el pecho de otro cuerpo
sentir
la palpitación
sentir
la fragilidad
de
esa vida adentro de ese cuerpo
puedes
ver los cuerpos danzantes
los
que cruzan avenidas
en
carros comprados a crédito
los
que andan en bicicletas que desafían los vericuetos de un tráfico salvaje
o
los que están estacionados en los semáforos para hacer piruetas a cambio de
monedas o de una sonrisa
los
que descansan en los bancos de parques
o
se sientan vencidos en los asientos de camiones
en
las cajas de Pick Ups
rumbo
al campo
para
agacharse y estar cercano a la tierra mojada
para
dibujar callos en las manos
para
guardarte tus historias y contarlas en otro momento
puedes
cargar sacos de arena y harina
puedes
destrozar tu espalda porque tu hijo tiene que estudiar
esperar
el momento adecuado del día para que tu cuerpo suspire
no
de esperanza sino de agotamiento
puedes
dejar que tu cuerpo llore
que
tu cuerpo escupa
que
tu cuerpo se abandone a sí mismo
dejar
que un torrente de químicos invada tu cuerpo
te
lleve a otro destino
ahí
donde reptas ahíto y le gritas a la luna
mientras
unas torres de bocinas palpitan la estridencia electrónica de los tiempos
puedes
dejar que tu cuerpo grite en silencio
un
grito de goce
un
espasmo de vida
o
100 mililitros de líquido ambarino corriendo por tus venas
puedes
dejar que tu lengua se despida del ánimo
o
seguir escalando montañas de cimas eternas
puedes
dejar que el cuerpo del otro te maltrate
te
maldiga
o
se apiada de ti
puedes
tirarte en la calle
y
levantar tu brazo a la cercanía de propios y extraños
porque
sólo quieres una moneda
una
moneda para la supervivencia de un cuerpo
que
dejó de deambular con esos otros cuerpos
los
que transitan las calles
con
los ceños fruncidos
pensando
en la última fechoría
de
su feroz gobierno aplastante
cuerpos
que ven la tele y ven las noticias
y
al siguiente día se reúnen con otros cuerpos
para
trabajar en oficinas
donde
corre siempre el aroma incierto del silencio y la tinta gris
del
silencio y la vida gris
del
silencio y la mirada gris
del
silencio y el silencio gris de la vida
encerrado
en tu cubículo
componiendo
al mundo
mientras
descompones tu cuerpo
lo
cargas de azúcar
lo
cargas de sal
lo
cargas de molestias
lo
cargas de angustia
tu
cuerpo encorvado
el
que siente el alma despedazada
y
que espera los fines de semana
para
imaginar otros mundos posibles
que
jamás sucederán
puedes
estirar tu espalda
estirar
tus piernas
abrir
las piernas de otro cuerpo
recorrer
con tu lengua la piel de otro cuerpo
o
rezar por el cuerpo ajeno
ungirlo
en aceite y despedirlo
cuando
los trabajos internos del cuerpo
no
resisten la enfermedad
puedes
hospedar un virus en tu cuerpo
y
sentir cómo el virus se adueña de ti
puedes
perforarlo
puedes
hincharlo
puedes
hacerlo crecer
los
músculos protuberantes o la barriga como concha de tortuga
puedes
ponerle tatuajes en los omóplatos
trazar
una línea del tiempo en tu columna vertebral
puedes
hacerle leves tajadas con una navaja
o
marcar tus ojos con delineador
puedes
contar la historia en la constelación de lunares del cuerpo ajeno
sentir
el aliento del otro en tu cuerpo
hinchar
tu cuerpo con el aire del campo
arrojarlo
a las aguas de una playa
nadar
hasta que tu cuerpo es un punto fundido a la línea horizontal del mar
puedes
dejar que tu cuerpo desee a otro cuerpo de tu misma condición
cuerpos
blancos, cuerpos blandos, cuerpos morenos, amarillentos, pálidos, rosáceos,
cuerpos negros colordenoche, cuerpos relucientes, tersos, gruesos, cuerpos de
poros abiertos de pieles sedosas, cuerpos chinos, mexicanos, gringos,
italianos, alemanes, cuerpos coreanos salvadoreños argentinos colombianos,
cuerpos cubanos dominicanos, cuerpos franceses ingleses irlandeses, cuerpos
difuminados en la historia de los cuerpos, los cuerpos que hemos sido desde el
inicio de los tiempos, podemos ser estos cuerpos y estos cuerpos pueden ser
todo para nosotros
pueden
ser los cuerpos de la libertad
los
cuerpos del asco
los
cuerpos de lo innombrable
cuerpos
indómitos
que
descansan flotando en un lago bañados de luna
o
que se descomponen anónimos en el fondo del mar
al
final de un desbarrancadero
envueltos
en sábanas
sus
partes dispersas
sus
rostros borrados
sus
miradas ausentes
cuerpos
que vemos bailando en las noches
o
que duermen durante horas y horas
sin
saber los sueños que dentro de ellos viven prisioneros
cuerpos
dominados por la risa
abrumados
por el espanto
debilitados
por el llanto
cuerpos
que pudieron ser
cuerpos
que son
cuerpos
que se acarician
se
besan
se
apretujan
la
saliva se mezcla
se
envuelven sus piernas
se
estimulan los sexos
se
mueren poquito
o
se mueren para siempre
cuerpos
que descansan con sus ojos cerrados
y
sus labios pintados
cuerpos
mujer cuerpos hombre
cuerpos
animales
cuerpos
que rasguñan la piel
o
que se aferran al piso
cuando
son arrastrados
cuando
son llevados a la fuerza
cuerpos
amarrados a una silla
cuerpos
golpeados sin un propósito
macerados
sin propósito
encadenados
sin propósito
desmembrados
sin propósito
torturados
sin propósito
decapitados
sin propósito
incinerados
sin propósito
cuerpos
con miedo
cuerpos
que no entienden
por
qué la vida tuvo que ser así
cuerpos
desvanecidos
cuerpos
que caen vencidos cuando el golpe es muy fuerte
cuando
el balazo fue certero
cuerpos
sin nombre que se unen a la numeralia de terror en nuestro país
cuerpos
que pudieron haberse quedado callados
pero
no callan
porque
los cuerpos no pueden, no deben callar
nunca.